Tras 46 días de conflicto los trabajados de la metalúrgica santafesina Dasa aún no lograron cobrar los salarios atrasados que reclaman, mientras su futuro laboral es cada vez más incierto.
Según confirmó el Diario La Capital, la empresa confirmó su intención de cerrar sus puertas y lo comunicó en la última audiencia desarrollada en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de la provincia.
Hasta ahora la patronal no mostró voluntad de cambiar su postura aunque tampoco surgieron definiciones que rompan definitivamente las pocas expectativas que aún tienen los obreros en mantener sus fuentes de empleo.
En las últimas horas la firma visibilizó su propósito de iniciar un procedimiento preventivo de crisis y lograr el cierre del establecimiento con la pretendida chance de pagar a los trabajadores la mitad de las indemnizaciones.
La suma adeudada varía entre 50 mil y 80 mil pesos por cada uno de los trabajadores que están de paro y mantienen tomada la planta fabril. El último dinero que recibieron ni siquiera fue aportado por la empresa sino a través de una ayuda provincial de 5 mil pesos por persona para hacer frente a necesidades elementales.