La empresa concesionaria del servicio de acarreo de automóviles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, STO, decidió ayer alejar de sus puestos a los dos trabajadores que mostraron mayor violencia para con Oscar Feito. Ante la medida, el sindicato que conduce Pablo Moyano, e histórico bastión de su padre, determinó el paro de los conductores de las grúas, que se nuclean bajo el Sindicato de Choferes de Camiones.
En este caso, la medida de no levantar los autos mal estacionados, difícilmente genere la molestia popular que generaron otras de sus medidas de fuerza. Pero por otro lado, la solidaridad con dos presuntos golpeadores tampoco genera mucha simpatía ante el público.
El episodio tuvo mucha repercusión por una conjunción de factores. La película Relatos salvajes, con récord de recaudación, muestra una escena de ira frente al acarreo de un automóvil.
Los medios recogieron el tema y se denuncian irregularidades en las empresas concesionarias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El ciudadano involucrado en este caso, además, es un ex funcionario porteño. Fue secretario de Medios en la gestión de Jorge Telerman.
Feito relata la situación de violencia con los empleados en la playa de estacionamiento: «Le dije de mal modo que iba a buscar unas cosas al auto porque no tenía plata, el celular, la llaves. Se habían juntado un grupo al lado de la cabina y se preparaban para cerrarme el paso. Empecé a discutir y salió uno de atrás y me pegó una trompada en la sien a la altura del ojo».
Por su parte, desde el Gobierno de la Ciudad, el subsecretario de Tránsito y Transporte porteño, Guillermo Dietrich afirmó que «con las cámaras pudimos identificar a dos de los agresores y ya dimos la orden para que sean separados de sus puestos», y que «iniciamos el expediente para sancionar a la concesionaria».