Los trabajadores de la empresa gráfica Donnelley movilizaron esta mañana al juzgado que tiene a su cargo la quiebra de la empresa, para exigir el pago de sus salarios. La empresa que dejó de funcionar intempestivamente, en este momento se encuentra cumpliendo con sus labores autogestionada por sus empleados, pero aún no tiene el reconocimiento legal necesario para poder facturar sus trabajos.
Al respecto el delegado Jorge Medina explicó que “Desde que la multinacional Donnelley cerró de un día para el otro con una quiebra fraudulenta, dejando a más de 400 familias en la calle, los trabajadores seguimos produciendo bajo nuestra gestión, defendiendo nuestros puestos de trabajo, manteniendo la continuidad de la fábrica y garantizando los pedidos de los clientes»
Medina agregó que «a pesar de que estamos trabajando, y ya entregamos una producción de más de 4 millones de pesos, el juez Santicchia, y los síndicos Risso y Plastina retienen los cheques y no nos dejan cobrar, actuando igual o peor que la patronal buitre que nos dejó en la calle, transformando nuestro trabajo en esclavo, ya que no vemos ni un centavo de lo que producimos. Tampoco liberan los fondos millonarios de Donnelley, que tenia a la fecha del pedido de quiebra $ 22.000.000 en cuentas bancarias, y U$S 300.000 en una cuenta de ahorro en el Banco CITY de Estados Unidos.»
Otro delegado, Rene Córdoba, informó que “Este lunes el INAES habilito nuestra inscripción como Cooperativa MadyGraf. Exigimos que el juez y los síndicos autoricen a la Cooperativa MadyGraf a cobrar los trabajos que estamos produciendo y entregando de ahora en más. Basta de ponernos trabas. No vamos a permitir que nuestra lucha sea quebrada por el hambre. Los trabajadores de Donnelley estamos trabajando y tenemos que cobrar. Tenemos familia y chicos. No podemos seguir esperando. Tenemos urgencia por cobrar nuestro salario».
Por su parte el delegado Hernando Charles Mengeon apuntó “Mientras peleamos para poder cobrar nuestros trabajos, los trabajadores planteamos que la salida de fondo para mantener los puestos de trabajo, es la expropiación sin pago de la fábrica y su estatización bajo gestión de los trabajadores».
Mengeon indicó «Esta fábrica, que es una de las gráficas más grandes del país podría estar al servicio de la comunidad, imprimiendo manuales escolares, libros y revistas académicas accesibles a todos los sectores, especialmente a los más humildes, que hoy no tienen acceso a la cultura, para que a ningún chico le falte un libro. Pero mientras tanto exigimos que nos habiliten a la Cooperativa MadyGraf a cobrar nuestros propios trabajos».