Durante el paro general de la semana pasada la «low cost» Flybondi concretó varios vuelos. La situación sumó un ítem más para la declaración del estado de «alerta y movilización» que se emitió en el plenario de delegados que se realizó en el camping de la Asociación del Personal Aeronáutico, días atrás, donde cinco gremios votaron por lanzar un «plan de lucha conjunto».
Mientras que en las aerolíneas tradicionales todos los aviones se mantuvieron en tierra durante la huelga del #25S, la low cost Flybondi operaron. Se debe básicamente a la desregulación de la actividad y la precariedad de las condiciones de empleo.
Los gremios agrupan a los pilotos (APLA y UALA), técnicos (APTA), personal de tierra (APA) y personal jerárquico (UPSA) emitieron un comunicado conjunto en el que apuntaron al Gobierno con su «desregulación de las bandas tarifarias y la apertura indiscriminada del mercado».
Además criticaron la gestión del ministro Guillermo Dietrich y catalogaron a las «low cost» de «operadores de dudosa liquidez y/o capacidad operativa», a quienes la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) les otorgó certificados para volar en el mercado de cabotaje.
Durante la huelga Flybondi pudo volar porque obtuvo del Gobierno el permiso para «auto prestarse» los servicios de rampa (escaleras mecánicas, maleteros, señalización, etc). De esa manera, pudo prescindir de los servicios de la empresa estatal Intercargo, que es la que da servicios de rampa a todas las demás aerolíneas (excepto Aerolíneas/Austral y American Airlines).
El comportamiento de la empresa se ampara en la desregulación que el Gobierno le otorgó para manejarse. No se cumple con los convenios colectivos, ni con los salarios. Por lo tanto se hace difícil pensar en un proceso de sindicalización en ese contexto, donde se teme por la estabilidad laboral.
Por ello los gremios están en pie de guerra contra el Gobierno y su aval a la «low cost», que a partir de octubre comenzarán a multiplicarse. La noruega Norwegian comenzará con sus vuelos en dos semanas: ya está vendiendo pasajes a Córdoba, Iguazú, Mendoza, Neuquén y Salta: su primer vuelo será el martes 16.
Otra aerolínea que comenzó a volar con formato de «low cost» es la ex «tradicional» Sky Airlines, propiedad del chileno Holger Paulmann (sobrino del dueño de Jumbo Cencosud, Horst Paulmann). En este caso, se trata de vuelos entre Santiago de Chile y Buenos Aires, Córdoba, Mendoza o Rosario, con aviones de matrícula chilena.
Pero del otro lado de la cordillera está llegando además otro peso pesado a nivel mundial: se trata de Jet Smart, radicada en Chile pero propiedad del grupo estadounidense Indigo Partners. En diciembre, Indigo le compró a Airbus nada menos de 430 Airbus A320neo, los aviones de cabotaje más modernos que hay (junto a los Boeing B737Max). Ese grupo es el que acaba de iniciar ante la ANAC los trámites para obtener su certificado de explotador aéreo (CESA) en la Argentina.
Los gremios, además, intimaron al nuevo titular de Aerolíneas Argentinas, Luis Malvido, a que se pronuncie sobre la política aerocomercial del Gobierno: este fin de semana, tras el inicio de paritarias entre los gremios y Aerolíneas, le pidieron al nuevo hombre fuerte de Aerolíneas y Austral que exprese su postura sobre la decisión de Dietrich de convocar a una nueva audiencia para otorgar más rutas a los competidores de la aerolínea estatal. La audiencia está prevista para este viernes 5, en medio de la paritaria de Aerolíneas y el estado de «alerta y movilización» gremial.