El presidente Asociación del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), Eduardo Mallea, cuestionó la posibilidad de que se cierren sedes diplomáticas y consideró que la medida obedece a una «visión miope y cortoplacista», en tanto que el canciller Jorge Faurie advirtió que quienes se desempeñan en esa cartera son «privilegiados».
«Se habla de cerrar embajadas, creemos sinceramente que esa es una visión miope y cortoplacista. Ya hemos pasado por eso en años atrás y luego, algunas de ellas tuvieron que ser reabiertas con el consiguiente mayor costo que el supuesto ahorro producido por sus cierres», afirmó Mallea durante el festejo del Díadel Diplomático.
Además, se preguntó: «¿Y si medimos a las mismas sólo bajo el prisma de nuestras exportaciones deberíamos cerrar nuestras embajadas en la Santa Sede, en Naciones Unidas, en otros organismos internacionales o regionales?».
Como respuesta, el canciller Faurie sostuvo que quienes se desempeñan en Cancillería trabajaban en una «torre magnífica» con un «salario y condiciones laborales privilegiadas.».
«¿Estamos aprovechando realmente bien este momento en la escena internacional adonde Argentina vuelve luego de haber estado ausente durante buena parte del siglo XXI?¿Estamos respondiendo adecuadamente a lo que los argentinos nos piden? Eduardo fue muy crítico de la idea de que la diplomacia tenga en este momento una lectura solamente económica y comercial», soltó el canciller.