Esta tarde un plenario de secretarios generales de la CGT opositora que lidera Hugo Moyano en conjunto con los referentes de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, definirán la continuidad de su plan de acción, que podría incluir la realización de un nuevo paro para fines de octubre.
El Consejo Directivo de la CGT moyanista deliberó ayer por más de tres horas y, al término del encuentro, el titular de la Unión de Docentes Bonaerenses (UDOCBA) Miguel Ángel Díaz, aseguró que «con 30% de trabajadores despedidos y con sueldos miserables hay consenso suficiente para la realización de un nuevo paro».
El sindicalista detalló que esa posibilidad fue reflotada ayer en el Consejo Directivo y agregó que hoy «podría definirse la modalidad» con que se realizaría la medida de fuerza.
No obstante, Díaz aclaró que «lo que resuelva el plenario de secretarios generales, deberá ser ratificado por las delegaciones regionales que se reunirán el próximo 7 de octubre, por lo tanto la decisión se dilatará para ver como viene el panorama.
Las declaraciones de Díaz se contraponen a lo expresado por Moyano la semana pasada cuando descarto la posibilidad de realizar un nuevo paro a corto plazo. «No se puede estar haciendo paros cada veinte días», había señalado el camionero.
El consejo directivo analizó además la situación por la que atraviesan los trabajadores del sector industrial y de servicios donde aseguran que ya se produjeron «miles de suspensiones y despidos».
La interna muestra un enfrentamiento al estilo clásico de halcones y palomas. Es que el sector duro, encabezado por el irascible líder gastronómico, quiere profundizar un plan de lucha que debilite al gobierno.
Por su parte el sector más reacio a confrontar abiertamente es encabezado por el propio Moyano, que sabe de la deteriorada imagen de los sindicalistas y no quiere profundizar el descontento social ante una sucesión de medidas de fuerza.
Barrionuevo, sin embargo, con sus declaraciones públicas sobre posibles estallidos a fin de año hizo tambalear sus aspiraciones de alentar el plan de confrontación porque consiguió el repudio social generalizado.
Los exabruptos de «Bandeja» Barrioneuvo lo dejaron jaqueado y aislaron la estrategia de los halcones para una escalada a fin de año. Además potenciaron las posibilidades de Moyano de aislar las medidas de fuerza, mostrando su poder, pero evitando ser señalado como destituyente.
Veremos si el cónclave de hoy, que Moyano se aseguró que tenga que ser ratificado el 7 de octubre, por lo tanto se dilaten los plazos, vuelca la balanza para alguno de los dos bandos.