«El aumento indiscriminado de las tarifas de servicios públicos, el incremento de la presión impositiva y la tremenda devaluación del peso argentino respecto al dólar –junto a una inflación ascendente y continua– generó una situación injusta y corrosiva contra la mayoría del pueblo argentino», abre el comunicado de prensa que lleva que la firma de Pablo Micheli.
«Las deudas impuestas a las familias en Argentina son abusivas y confiscatorias y, en contrapartida, los empresarios se niegan a otorgar aumentos salariales que empaten con una inflación que carcome cotidianamente el poder de compra de nuestros salarios» sigue, el texto que también lleva las firmas de José Rigane y Dora Martínez.
Para los referentes ceteístas, «Queda claro: los mayores beneficiarios de estos aumentos inauditos y en cadena son las empresas productoras de petróleo, gas, energía eléctrica, servicios de agua potable, telefonía y bancos, con sus intereses confiscatorios sobre las deudas de tarjetas de crédito y préstamos y créditos hipotecarios. Es decir, una minoría específica que presiona sin tapujos para que la crisis la paguen los trabajadores/as y sus familias, los jubilados, los subocupados y los desocupados».
Y reclaman la «Condonación de las deudas contraídas por todos los usuarios de gas, luz, agua y telefonía desde diciembre 2017 y de los intereses de las tarjetas de crédito respecto a los gastos de alimentación, vestimenta, vivienda y equipamiento, movilidad y comunicación».