El proyecto de ley tiene por objeto establecer instancias que promuevan la igualdad de oportunidades en los ámbitos laborales donde se desempeñan las trabajadoras víctimas de violencia de género, evitando la profundización de la desigualdad que el hecho mismo de la violencia genera.
En audiencia pública, el diputado y fundador de la CTA hace más de veinte años, sostuvo que “en estos dos años hemos presentado tres proyectos que constituyen los ejes para una nueva legislación laboral: ley de trabajadoras y trabajadores sindicalizados, la ley de prevención y reparación de enfermedades y accidentes laborales y la ley de violencia laboral”. De Gennaro es vicepresidente de la Comisión de Trabajo del Congreso.
«Cada 30 horas una mujer es asesinada por su pareja, por eso, los que militamos tenemos que tener políticas desde abajo para proteger a las compañeras. Este proyecto lo trabajamos en el marco de unidad en el que venimos construyendo día a día», aportó María José Jerez, secretaria de género de la CTA rosarina.
En el mismo sentido, María Terragno, abogada de ATE y una de las personas que le dieron cuerpo al proyecto planteó: «La alternativa no puede ser Trabajo o vida, un tema importante es que además de la licencia, las compañeras que sufren de violencia de género tengan la posibilidad de pedir el traslado a otra dependencia, y que se respete el derecho a la intimidad en el sentido de que no sean además estigmatizadas. No puede ser que además de ser violentadas tengan que cargar con el estigma de que están locas (por lo de la licencia psiquiátrica)».
Por último, también hablo en la audiencia la secretaria de Género de la CTA Nacional, Alejandra Angriman, quien subrayó: «Es importante porque esto saca el problema del ámbito privado y porque protege además a trabajadoras que antes no estaban contempladas debido a su precarización como son las trabajadoras rurales y las de casas particulares».
El proyecto abarca tanto el ámbito estatal como el privado y las diferentes modalidades de contratación. Justifica las licencias que pueda requerir la víctima, sea por razones físicas o psicológicas cuando así lo determinen los servicios sociales de atención o centros de salud. En igual sentido, serían justificadas las faltas de puntualidad en el horario de trabajo. También tendrá derecho a la reducción de la jornada, a la reordenación de su tiempo de trabajo, a la movilidad geográfica y a la suspensión de la relación laboral, con la reserva de su puesto de trabajo. Tampoco podría ser despedida en los dos años posteriores a la realización de la denuncia.