Mientras el mercado laboral cruje con una desocupación que está a pasitos de perforar los dos dígitos y un empleo no registrado que supera el tercio de los asalariados, las políticas destinadas a apuntalar el empleo, a capacitar a quienes buscan activamente y a reforzar la registración laboral se desploman.
Así surge de un análisis presupuestario que realizó el Centro de Estudios Atenea y que consiguió en exclusiva InfoGremiales. «El Presupuesto destinado a las políticas de trabajo y empleo refleja el resultado de la reestructuración de la Administración Pública Nacional que bajó el rango del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social convirtiéndolo en una Secretaría. Con menos jerarquía institucional, las políticas de trabajo pierden presupuesto en un contexto en el que aumenta la informalidad y la desocupación», detalla el comienzo del trabajo.
El Presupuesto 2019 proyecta una fuerte reducción presupuestaria del 19% para la Secretaría de Trabajo. Eso siempre y cuando se cumpla con la previsión de inflación del 23%, sino la sangría podría ser todavía mayor.
Entre las áreas más afectadas se encuentran las partidas destinadas al presupuesto del Seguro de Capacitación y Empleo que se reducen en un 43%. Se trata de un programa destinado a brindar apoyo a trabajadores y trabajadoras que se encuentran en la búsqueda activa de empleo con el fin de actualizar sus competencias y lograr la inserción laboral de calidad. «Al discontinuar el Seguro, se reduce también la población que puede ingresar a otros programas como el de Inserción Laboral, acciones de Entrenamiento para el Trabajo, cursos de formación profesional, desarrollo de emprendimientos, entre otros», explica el informe de Atenea.
Por otro lado, el Seguro brinda cobertura a poblaciones de extrema vulnerabilidad social: personas privadas de la libertad, víctimas de trata, personas reconocidas oficialmente como refugiados, personas en proceso de tratamiento por el consumo de sustancias psicoactivas, en la fase de reinserción laboral (relevadas por el SEDRONAR), mujeres víctimas de violencia de género, entre otras.
Las políticas de empleo destinadas a la formación profesional de jóvenes, también prevén una reducción presupuestaria del 19% para 2019. «Este dato adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que el empleo juvenil duplica el desempleo general», reseña el estudio de Atenea.
Llamativo, curioso y preocupante es lo que ocurre con la registración laboral. Es que el programa de Regularización del Trabajo sufre para el año que viene una disminución del 44% en un contexto en el que el empleo no registrado para el primer trimestre de 2018 fue 33,9% según datos de la EPH.
La rebaja presupuestaria del área de Trabajo, en un momento muy delicado del mercado laboral, deja entrever la concepción ideológica de la gestión en torno a la desregulación de los mercados. Ademas la decisión va en sintonía con la reestructuración de la Administración Pública Nacional, bajando de rango al Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social por primera vez desde que se creó en 1949.