El fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera convocó a declaración indagatoria para el próximo 1 de noviembre al secretario adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano. El gremialista está acusado del «jefe de una asociación ilícita» que hacía negocios en torno del club Independiente.
El dirigente gremial declarará como imputado de la causa, en la que el fiscal lo acusa de ser el jefe de una asociación ilícita dedicada a «defraudar» al Club Independiente, del que se padre Hugo Moyano es presidente, «mediante la gestión, obtención, impresión oculta y reventa de entradas y protocolos de acceso a los espectáculos deportivos».
El martes pasado, Scalera volvió a pedir la detención de Moyano, lo llamó a indagatoria y recusó al juez Carzoglio, quien había rechazado su solicitud para arrestar al sindicalista. Para el fiscal de Lomas de Zamora, no se puede concebir la idea de que los barras del club pudieran actuar aisladamente convirtiendo a la dirigencia deportiva en «simples extorsionados».
«Ese grupo de sujetos violentos obtiene determinados beneficios del club Independiente (entradas, protocolos, cuotas sociales, ingreso a estadio, viajes, etc) que permiten la conservación de la estructura ilícita y su constante actividad al margen de la ley», agregó en su dictamen.
En paralelo a la indagatoria, el nuevo pedido de detención de Moyano será definido por la Cámara de Apelaciones, luego del rechazo de Carzoglio a ese pedido en primera instancia.
Entre las pruebas citadas por el fiscal se encuentran una serie de transcripciones de conversaciones telefónicas: Scalera planteó en su apelación que las escuchas telefónicas entre los barrabravas del club, analizadas en la causa, «se invoca claramente a Moyano dando consentimiento en muchas acciones».