La brecha salarial entre hombres y mujeres en la Ciudad de Buenos Aires asciende al 23,3% en promedio. La cifra se desprende de un informe difundido por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad sobre el ámbito laboral en el año 2017.
En las últimas décadas y a fuerza de empoderamiento, la mujer logró ingresar al mundo del trabajo. Esto representa una equiparación de oportunidades entre ambos géneros, pero pese a ello la inequidad aún está lejos de resolverse.
«En la Ciudad de Buenos Aires y en 2017, para la población ocupada, la brecha de ingresos es del 23,3% en desmedro de las mujeres», señala el informe. En ese sentido, la desigualdad abarca a todo tipo de trabajo, categoría o grupo ocupacional, pero también si se analiza desde el punto de vista del tamaño y carácter del establecimiento donde se desempeñan o desde la jerarquía y también en base a la seguridad social.
A propósito de esto, se destaca que las mujeres se encuentran «sobre representadas en las ocupaciones no calificadas, fundamentalmente debido al aporte de las ocupadas en el Servicio doméstico en hogares particulares (SDHP), rama casi totalmente feminizada».
Por otro lado, también la desigualdad impacta a la hora de hablar de la categoría ocupacional. Ellas pierden en todas las jerarquías con los hombres, sin importar si se trata de patrones, asalariados y no asalariados no empleadores. Pese a estar mejor posicionadas a nivel educativo, las ocupadas con calificación profesional reciben una remuneración promedio 25,4% menos y además están sub representadas en dichos cargos.
De acuerdo al relevamiento, que difundió Ámbito Financiero, solo un tercio de las mujeres se desempeñó como patronas, otro aspecto que impacta en la asimetría del promedio salarial. A mayor nivel jerárquico, menor cantidad de mujeres, lo cual redunda en menor posibilidades de acceso a un mejor salario y condiciones socioeconómicas.
Un punto positivo que permite achicar la desigualdad salarial es el proceso de regulación mediante las leyes laborales. Sin embargo, esto «no es condición suficiente para anular la distancia de los ingresos laborales entre los géneros».
En cuanto al sector público, las mujeres son mayoría: representan el 56,5% de los ocupados. Pese a ello, también está presente la desigualdad salarial en el ámbito estatal, alcanzando el 11,1%.
«El contraste está dado por las ocupadas del sector privado, donde la brecha es de -23,3% y el ingreso mensual promedio declarado es aproximadamente un tercio menor que en el sector público», afirma el documento.
Asimismo, señalan que a menor tamaño del establecimiento, mayor es la distancia entre el salario de un varón y de una mujer. En ese aspecto, en espacios de hasta 5 trabajadores la brecha alcanza 26,5%, mientras que desciende al 16,8% en aquellos con más de 40.