«Esperemos que mañana tengamos el decreto con la letra chica para analizarlo este jueves en la reunión del Consejo Directivo de la CGT», sostuvo Héctor Daer al retirarse la promocionada reunión que mantuvo la cúpula de la central obrera con el Gobierno y empresarios.
En ese momento parecía que el bono de 5 mil pesos, a pagarse en dos tramos, se encaminaba a enfriar la medida de fuerza latente, que desde hace semanas se debate en la calle Azopardo. Pero todo cambió minutos después. La primera comunicación oficial encendió las alarmas y recalentó los ánimos.
Es que el comunicado oficial del Ministerio de Producción y Trabajo, que comanda Dante Sica, el Gobierno sólo señala que tiene la intención de «impulsar una compensación extraordinaria no remunerativa de hasta 5000 pesos» con el objetivo de recomponer el salario real de los trabajadores. Además del término «hasta», el escrito aclara: «la aplicación del bono se definirá de acuerdo a la situación de cada sector».
Es decir, no será «obligatorio» ni «universal», dos requisitos que ponían al salir del cónclave todos los gremialistas. La experiencia trajo reminiscencias de lo ocurrido en 2016, cuando la CGT aceptó un «acuerdo» como el que se propone ahora y el bono se efectivizó en muy pocas actividades.
Otro de los temas, de lo que hay poco en concreto es Justamente que ante la eventualidad de tener que despedir personal se establezca «de manera obligatoria una instancia previa a un despido, que sería una audiencia en el Ministerio de Trabajo». Ese virtual pacto antidespidos tampoco se plasmó claramente en la comunicación oficial.
Los sectores más disconformes catalogaron de «espejitos de colores» los ofrecimiento de ayer y presionan para activar la huelga. Los Gordos apuestan ahora a un decreto presidencial que rectifique la primera comunicación oficial. Creen que podría aparecer una normativa que establezca la obligatoriedad del pago, lo que cambiaría el panorama. Sin embargo el rumor que sonó con con fuerza ayer es que el bono no llegaría a los estatales, por ejemplo.
Las próximas 24 horas serán claves para saber si hay consensos internos en la central obrera para aceptar o rechazar la propuesta. La aparición del decreto puede ser la llave para desactivar la huelga, porque es una certeza que la aceptación implica el virtual levantamiento de la medida de fuerza y su rechazo la activación del paro.