Una empresa metalúrgica dedicada a la fabricación de autopartes cerró sus puertas tras 70 años de actividad en la ciudad de Temperley, partido de Lomas de Zamora, y dejó a 30 personas desempleadas, que ahora reclaman salarios atrasados e indemnizaciones.
Luego de una reunión con delegados del Smata en el Ministerio de Trabajo, en el que las autoridades de la firma Palagi Hermanos habían expresado sus intenciones de seguir adelante a pesar de las dificultades económicas que arrastran desde los últimos dos años, finalmente decidieron cerrar la planta.
“Les preguntamos si tenían la intención de cerrar porque nosotros habíamos escuchado esos rumores. Pero ellos nos dijeron que tenían la intención de seguir adelante”, dijo el delegado interno de Smata Agustín Duarte en diálogo con el medio local Info Región.
Un cartel de cierre pegado en una de las cortinas metálicas les anunció a los 30 empleados que se quedaban sin trabajo. La empresa no pagó las dos últimas quincenas, el aguinaldo de junio y tampoco las indemnizaciones correspondientes al despido por fin de la actividad.
«Veníamos de una situación delicada laboral y financieramente porque el trabajo bajó y eso nos trajo problemas económicos porque la empresa pagaba los sueldos por partes”, relatpo el delegado interno de la fábrica y aseguró que los trabajadores “siempre apostaron a conservar las fuentes de trabajo a pesar de la mala situación”.
“Si bien el trabajo había bajado, la fábrica cerró trabajando. Porque, a pesar de que la situación económica del país nos golpeó a todos, trabajo había por el prestigio, la historia, la calidad y la precisión del trabajo que se hacía en la fábrica”, agregó Duarte.
El 5 de diciembre habrá una audiencia en la sede de Banfield del Ministerio de Trabajo provincial, en la que las partes volverán a encontrarse. Mientras tanto, los trabajadores mantienen protestas en la puerta de la fábrica.