Los empleados de las fábricas y talleres metalúrgicos de la ciudad santafecina de Casilda y zonas aledañas, tuvieron esta semana otra jornada de lucha. En el marco de una situación cada vez más angustiante, se manifestaron en diferentes asambleas por la deuda que las firmas Gherardi, Marani e IARSA mantienen con ellos.
Juan José Sarasola, intendente de Casilda, medió entre las autoridades de la fábrica agroindustrial Gherardi y los delegados de planta.
Lo que afirman desde la empresa, y que relató el portal CasildaPlus, es que para pasar los cheques a valores, les cobran un 80% en las financieras, por ende declinaron de realizar la operación y hacerse de efectivo para saldar las deudas.
La deuda actual es de una quincena, que además sufrió ajustes en el último período. Una vez acordada la negociación, las autoridades de la fábrica ni siquiera pueden cumplir con lo pactado.
La idea es que tanto la clase política como los delegados gremiales entiendan que la situación empeora cada semana, lo que genera gran preocupación en la economía regional.
Incluso, en las asambleas que se realizaron este lunes hubo una determinación de los trabajadores de tomar las calles y manifestarse al Palacio Municipal aunque el accionar del Intendente Sarasola calmó los ánimos. El compromiso es el de darles soluciones inmediatas a un problema de larga data, aunque no imaginan como podría cambiar el rumbo fijado.