El secretario General del Sindicato de Pescadores de Santa Fe, Juan Carlos Billareal, fue asesinado ayer en medio de un puja política por un bono salarial de fin de año para los afiliados del gremio.
El crimen ocurrió en la localidad de Puerto Gaboto, a 80 kilómetros de Rosario. Un pescador le disparó luego de una fuerte discusión que había derivado, en un principio, en una pelea a golpes de puño.
Billareal estaba al frente del sindicato desde hace más de diez años, pero su figura tomó visibilidad en el último tiempo por las protestas que comandó en el puente Rosario-Victoria.
Ayer la mañana se acercó a la comuna de Puerto Gaboto para negociar un bono de navidad con la jefa comunal, Sandra Aguirre. La negociación no llegó a buen puerto, lo que disgustó a un grupo de pescadores que esperaban expectantes por la resolución en la plaza del pueblo.
Billareal se acercó a dar explicaciones, pero la charla subió de tono. Según publicó el Diario Clarín, el sindicalista se trenzó a golpes de puño con uno de los pescadores, quien en medio de los gritos desenfundó un arma y le disparó en la ingle. La víctima fue auxiliada por algunos vecinos y trasladada de urgencia a un hospital de la ciudad de San Lorenzo, donde murió a poco de ingresar.
La investigación del asesinato quedó a cargo del fiscal Juan Ledesma. Los testigos presenciales señalaron al autor del disparo, quien se encuentra prófugo. La fiscalía emitió una orden de captura en todo el sur de Santa Fe.
Sandra Aguirre, presidenta comunal de Puerto Gabotto, dijo: «Tuvimos una reunión con el secretario general del gremio, quien se acercó con otros pescadores. Empezamos a hablar. Me pedían un bono de 1.500. Esta comuna es muy pobre. Estamos en una situación muy delicada. Le dije que era imposible. La charla fue en buenos términos. Una negociación como cualquier otra. Los pescadores salieron y Billareal se quedó hablando un rato más con nosotros. Se fueron todos calmo menos una persona, exultada y enojada. Nunca hubiese pensado esto. Escuchamos estruendos, que al principio pensábamos que eran cohetes. Cuando salimos a la plaza vimos a Billareal ya tirado en el piso. Esto era la charla de un bono, no era poner en juego la vida de nadie».