La Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso extraordinario presentado por la Cooperativa del hotel Bauen. Era la última instancia que tenían los trabajadores para sortear el desalojado.
Ahora se espera que una vez que se hagan las notificaciones a la Cámara de Apelaciones y al juzgado comercial, que lleva la causa, se curse la orden definitiva de desalojo. Hoy integran la gestión cooperativa 80 trabajadores, entre hombres y mujeres.
La gestión empresarial del Bauen concluyó en 2001, con la quiebra de la firma chilena Solari S.A., a nombre de la familia Iurcovich. El plan de autogestión de los trabajadores comenzó en marzo del 2003.
En el medio, la firma Mercoteles aparece como compradora del hotel. Pese a que los trabajadores insisten que es una estrategia de la familia Iurcovich, la Justicia le da la razón a los “nuevos” compradores. El desalojo está firme desde 2007, pese a que fue frenado por apelaciones.
Clave en toda esta historia es el veto de Mauricio Macri a la ley de expropiación del Bauen. Se estipulaba que el Estado escriturara a su nombre y le cediera en comodato la gestión a la cooperativa.
“Estamos acostumbrados a vivir esta situaciones, pero hay un temple desarrollado en la adversidad”, aseguró Federico Tornarelli, titular de Relaciones Institucionales del Bauen y presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), en declaraciones a Radio Rebelde 740.
Adelantó que durante el próximo mes analizarán la estrategia con que mantendrán firme la causa “tanto desde lo jurídico como desde lo político”. Por lo pronto, seguirán motorizando el proyecto de ley en el Congreso. “Queremos seguir trabajando en el hotel –remarcó-, este fue un año muy cargado de lucha.”