Sólo en el último fin de semana fueron 229.000 turistas los que llegaron a Mar del Plata según los datos oficiales del Ente Municipal de Turismo local (Emtur). Si bien buena parte de ese número se cree abandonó la ciudad tras pasar Año Nuevo, mientras reciben la llegada de los veraneantes de la primera quincena, un paro de municipales pone en jaque la dinámica interna de La Feliz y en plena temporada.
Desde el municipio le confirmaron al portal Infobae lo que en Mar del Plata es una constante desde el 11 de diciembre pasado: los empleados de todas las áreas realizan una retención de tareas. Durante el año 2018 los trabajadores municipales de la ciudad balnearia recibieron sólo un 18% de aumento y exigen al menos un 32% efectivo para llegar a un acuerdo.
Mientras se negocia una tregua en el conflicto (hoy habrá una reunión de conciliación en La Plata), no hay -entre otras cosas- tests de alcoholemia, ni se está cobrando estacionamiento medido, ni se labran multas por estacionar en doble fila o de manera indebida. La situación en pleno enero trajo escenas impensadas: el propio intendente local, Carlos Arroyo, salió en las últimas semanas a realizar controles de tránsito.
Comenzada la temporada en una ciudad a la que en esta época del año apuntan todas las miradas, casi nada funciona. El mismo diario La Capital de Mar del Plata le dedicó ayer miércoles su contratapa entera a algunas de las consecuencias: «Basura y asfalto hundido en Moreno y Entre Ríos», «Sin control en el Paseo Jesús de Galíndez» y «Desidia a metros de una dependencia municipal del Puerto» son apenas algunas de las frases que repasan la situación.