Tras la feroz interna, Roberto Fernandez asumió un nuevo mandato al frente de la UTA

Como corolario de un proceso electoral más que caliente para los choferes de colectivos, Roberto Fernández firmó, en las últimas horas, el acta de aceptación del cargo de Secretario General del Consejo Directivo Nacional de la UTA.

El «Gallego» y el nuevo cuerpo de conducción asumió el mandato para el periodo 2019/ 2023 y cierra con meses convulsionados para el gremio que vivió momentos de alta tensión.

Recordemos que en los últimos comicios en los cuartos oscuros sólo estaba la nómina que encabezaba Fernández. Ello porque nunca se oficializó la lista que lideraba Miguel Angel Bustinduy, el hombre fuerte de la zona metropolitana, quien hasta ese momento se desempeñó como secretario de Organización y que cuenta en su espalda con el guiño de DOTA, uno de los principales actores del complejo mundo del transporte automotor.


La ausencia de la lista de Bustinduy produjo levantamientos y quema de urnas en los lugares de trabajo para denunciar la proscripción y desató una rebelión en la zona metropolitana.

Días antes de la votación, el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 44 había hecho lugar a una medida cautelar y había ordenado la suspensión de la elección de las autoridades del Consejo Directivo Nacional. Había señalado que existía un “conflicto intrasindical”, remarcando la imposibilidad de una lista de participar en los comicios, lo que justifica la decisión.

Además había ordenado que la Junta Electoral a cargo del acto de votación recepcione la nómina “Trabajadores UTA Federal Lista Roja”, que fuera rechazada, lo cual para la jueza podría implicar una “violación de la garantía de libertad sindical consagrada en la ley 23.551”.

Sin embargo luego aceptó la apelación del oficialismo y se allanó el camino a que Fernández revalide el sillón que ostenta desde 2006.