La paciencia de Luis Barrionuevo parece comenzar a terminarse y con ella cruje la «unidad en acción» que sostiene con el líder camionero Hugo Moyano. Luego de un romance que los colocó a la cabeza de dos paro generales en este 2014, las «desinteligencias» entre los jerarcas sindicales se profundizaron.
Ya la semana pasada hubo que suspender un encuentro entre la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo y la CGT Azopardo de Moyano. Aunque todos sabían que era por la falta de acuerdo sobre la continuidad de las medidas de fuerza, los organizadores adujeron «problemas de agenda».
Ayer las tensiones llegaron a su punto máximo y el gastronómico juntó a su tropa para consensuar la decisión. Los barrionuevistas no irán al cónclave opositor en Azopardo cansados de las postergaciones para lanzar un plan de lucha que viene promoviendo el propio Moyano.
A diferencia de lo ocurrido la semana pasada, Barrionuevo blanqueó su fastidio: «No tiene sentido que hagamos venir a los dirigentes del interior si no vamos a decidir una medida de fuerza. Si no hay acción de lucha, ¿a qué vamos a ir?», admitió el gastronómico al matutino La Nación, que suele ser su canal preferido de comunicación.
Aunque existirán contactos entre los sectores para tratar de recomponer la situación, todos entienden que los cambios de estrategias los diferencian.
Mientras que «Bandeja» Barrionuevo pretende un paro inmediato y medidas de desgaste al gobierno nacional, «El Negro» Moyano pretende bajar el nivel de confrontación, desmarcarse de las acusaciones de golpista y esperar que el gobierno se desgaste antes de decidir nuevas jornadas de protesta.
Aunque parece difícil que haya un acuerdo en lo inmediato, el gastronómico admitió: «Igual voy a hablar con el Negro». Veremos si algún puente logra evitar lo que parece evidente.
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