De a poco se van diluyendo los restos de la gestión de Jorge Triaca al frente de Trabajo. Con la salida de quien asumiera como ministro y renunciara como secretario, devaluación del área mediante, empezaron a caer las segundas líneas, pero que ocupaban cargos claves para el desarrollo de la actividad gremial.
Ahora quien dejó su cargo es Karina Palacios, quien cosechó algunas denuncias y gestó múltiples polémicas en su paso por la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales. Incluso algunos aventuran que algunas actuaciones judiciales pueden complicar el futuro de Palacios, ya en plena retirada.
Es un puesto clave porque representa el poder de lapicera para definir cuestiones sensibles para los gremios, sus internas, sus recambios y sus manejos de caja.
En su lugar asume Manuel Troncoso, quien llega con la venia del flamante secretario, Lucas Fernández Aparicio, pero fundamentalmente con el respaldo del poderoso Rogelio Frigerio.
Troncoso será el encargado de cursar certificaciones de autoridades, validar elecciones, firmar personerías e inscripciones gremiales, convalidar memorias y balances, efectuar compulsas de afiliados y otras trámites de alto impacto en el mundo sindical.
Se conoce, además, la banca del independiente Gerardo Martinez para el arribo del flamante funcionario que, entre otras tareas, deberá ayudar a blindar la gobernabillidad manteniendo contentos a los popes sindicales.