En la planta ubicada en la ciudad de San Lorenzo «se abrirá un libro de retiros, con aprobación final por parte de la empresa bajo condiciones superadoras a la ley con la intención de realizar alrededor de 50 acuerdos de salida».
La determinación se dio con el fin de «hacer sostenible el complejo petroquímico de Puerto General San Martín, en especial la continuidad de la operación de la Planta de Caucho, con el compromiso de elaborar un plan integral de optimización de costos de todo el complejo, que atenúe el perjuicio que genera ese negocio».
En un comunicado consideró que así se evitarán «conflictos que pondrían en riesgo la operación y apostando a una mejora de los futuros resultados».
Atribuyó la decisión a «la caída de las exportaciones a Brasil», el principal comprador, al sostener que «prácticamente dejó de importar estireno».
También destacó que hay «sobre abundancia de caucho en el mundo que deprimió el precio de venta».
«Esto hizo que desde hace varios años la planta de caucho y la planta de Etileno San Lorenzo estén operando a media carga», sostuvo y puntualizó: «El cierre de la refinería Oíl, que nos privó de provisión doméstica de una importante materia prima, complicó más la ya difícil situación».
Argumentó, en tanto: «A pesar de los esfuerzos en los últimos 15 años, invirtiendo en comprar o expandir unidades, mantener adecuadamente las plantas y optimizar sus costos, desde 2014 las ventas y los resultados fueron empeorando, hasta que el año pasado se transformó en el peor de la serie histórica».
Pampa Energía es una de las firmas más importantes de la Argentina, ya que participa en los sectores de generación, transmisión y distribución de electricidad; fue fundada en 2005 y es presidida por Marcelo Mindlin.