Los trabajadores de la fruta acordaron un aumento del 42% en sus haberes, según el convenio que firmaron en General Roca (Río Negro), los representantes de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados y del Sindicato de la Fruta.
El aumento comenzará a correr a partir de este mismo mes sobre el básico de los salarios.
A partir de esto, un embalador de Primera Categoría pasará a recibir una salario mensual de 37 mil pesos, indicaron fuentes del gremio.
El lunes, un grupo de sindicalistas bloqueó el acceso a la empresa Comercializadora de Productores Patagónicos de Villa Regina, luego de que fracasara un primer intento de acercamiento entre las partes.
Sobre el nuevo convenio, hay sectores que se oponen al incremento en un contexto poco favorable para el negocio que en 2018 exportó 400 mil toneladas de fruta generando en este concepto unos 10.000 millones de pesos.
Un reconocido portavoz de la industria confió a Télam que los productores no quieren que el acuerdo se homologue porque no tienen el dinero para afrontar la suba: «Se presentó ya una nota al ministro de Producción y Trabajo Dante Sica para que no lo homologue».
El sector frutero atraviesa una dura crisis que responde a una suma de factores: aumento de los costos laborales, falta de renovación tecnológica, pérdida de mercados internacionales, escasa renovación de variedades, entre otros.
Según informaron fuentes provinciales y de la industria los productores primarios ya están obteniendo una rentabilidad negativa en la explotación de sus chacras; el costo de producción por kilo de fruta es de US$ 0,26, mientras la liquidación por el mismo peso llega a US$ 0,11.
El 18 de enero, la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) firmó una mejora también del 42% para los cosecheros de la fruta, lo que en dinero significa 1.100,72 pesos por jornada laboral, explicaron voces del sindicato.
El 11 de enero el presidente Mauricio Macri se reunió en villa La Angostura con un grupo de productores del Alto Valle para conocer a fondo la problemática que atraviesan.
A partir de eso, se espera que en los próximos días representantes de la secretaría de Fruticultura de Río Negro y funcionarios del Ministerio de Sica se reúnan en Buenos Aires para intentar encontrar una salida.