Luego de un mes de incertidumbre para los trabajadores de la Fundición minera Aguilar, finalmente se confirmaron los 130 despidos por parte de Glencore. La empresa ofreció ingresar a un programa nacional de promoción de empleo sólo aquellos que aceptaran «de común acuerdo» sus desvinculación.
La herramienta, ofrecida por el gobierno nacional a la empresa como instrumento para facilitarle la negociación con los damnificados, los ingresa en una base de datos para empleadores locales.
La mediación del gobierno provincial de Gerardo Morales facilitó a Glencore el acceso al instrumento de Nación.
Se trata del Programa Nacional de Transformación Productiva dependiente de la cartera de Trabajo de la Nación. La condición para ese «beneficio» es que deberían firmar en conformidad la desvinculación de la empresa.
La empresa confirmó, así, la destrucción de 130 puestos de trabajo al anunciar el cierre del establecimiento industrial. Como paliativo anunciaron, además, que serán indemnizados con el 100% y recibirían un fondo de desempleo por un período de seis meses.
El martes por la tarde, ante escribano público, se procedió a la firma de la desvinculación de los empleados que cumplían tareas en Fundición Aguilar, quienes desde hace tres semanas vivían bajo una incertidumbre, por cuanto desconocían cuál sería el destino del complejo industrial.
La compañía había ingresado, en enero, en procedimiento preventivo de crisis. Durante 6 meses los empleados de la firma deberán vivir con $11.000 pesos.
A principios de enero la empresa entró en procedimiento preventivo de crisis, el cual fue elevado al Ministerio de Trabajo de Nación, aduciendo la difícil situación económica y financiera, advirtiendo una baja rentabilidad de la producción, falta de competitividad y la quita de beneficios de exportación, entre otras causas.