Insultar a un jefe en el trabajo no es causal de despido. Así lo determinó la Sala VII de la Cámara Nacional del Trabajo, que falló a favor de una persona que había sido echada por insultar a un superior jerárquico.
Para tomar esa resolución, los jueces tomaron en cuenta que el empleado no tenía antecedentes disciplinarios y que el insulto no configuró una «injuria grave». Además valoró la antigüedad del empleado en la empresa y que «estaba muy bien conceptuado por el personal».
Si bien los jueces Estela Ferreirós y Beatriz Fontana dieron por probado que existieron insultos del empleado hacia su superior, consideraron que los mismos no fueron de tal gravedad como para justificar el despido, amén de que aquel no contaba con antecedentes disciplinarios.
El fallo en cuestión es contra la firma Webar Internet Solutions S.A., una empresa de servicios informáticos domiciliada en la Ciudad de Buenos Aires, que ahora deberá indemnizar al empleado, un diseñador senior, cuyas iniciales son M.A.
El fallo «no implica restarle importancia a la conducta (de M.A.), ni dejar de ponderar que es deseable que esta clase de situaciones no se produzcan en el marco del respeto y del buen trato que es dable esperar de ambas partes en un contrato de trabajo», señaló la Cámara.
«Con excepción del hecho que motivó el despido, el resto de la relación laboral se habría desarrollado con normalidad tanto con sus pares como con sus superiores», agregó el escrito.