La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que lidera el extriunviro de la CGT Juan Carlos Schmid, volverá a reunirse mañana para rechazar las modificaciones que el Gobierno Nacional impulsa en el sistema previsional y que amenazan a los universos de sus pasivos.
La organización, que nuclea al sector estratégico del movimiento obrero, ya había anticipado a través de su cara visible que “los regímenes diferenciales son erróneamente llamados ´de privilegio´ por los medios, porque se confunden con los sistemas que permiten obtener un 82% móvil denominados “especiales”, diseñados para jueces, diplomáticos, investigadores del CONICET y docentes universitarios”.
En este sentido, Schmid había remarcado que “es importante que los trabajadores defendamos los convenios colectivos de trabajo, en tanto pueden ser fuente de normativa para determinar las características de cada régimen diferencial”, y agregó “el Gobierno no ha hecho nada para garantizar una prestación que no genere la actual desigualdad del régimen vigente, el cual reduce la prestación de vejez en un 1,5% por cada año que anticipa su jubilación, llegando en algunos casos a significar un 15% menos que el régimen general”.
La cumbre de los transportistas contrasta con la inacción de la CGT que ya suma más de un trimestre sin convocar a una reunión formal de Consejo Directivo, en medio de una recesión económica que no cede.
Esa pasividad de la principal central sindical de la Argentina terminaría con un llamado de esta misma semana. Aunque aún no hay certezas ni precisiones al respecto.
La fortaleza de la CATT, con Omar Maturano (La Fraternidad) y Roberto Fernandez (UTA) como principales músculos, reside en la capacidad efectiva de paralizar el país por lo medular de las actividades que congregan. Además en ella conviven las diferentes expresiones gremiales y es una de las canastas donde el moyanismo suele poner sus huevos para hacer vales su peso.