Después de un año de investigación, efectivos policiales detuvieron a un delegado del sindicato de conductores de taxis y a otros ocho taxistas acusados de formar parte de una mafia que operaba en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena estuvo a cargo de la investigación que seguía de cerca las actividades de la “mafia de los taxis”. Según se pudo establecer, los trabajadores del servicio de pasajeros amedrentaban a aquellos que eran ajenos a esa área o les exigían el pago de un canon para poder operar.
La investigación se inició en 2018 cuando taxistas denunciaron aprietes para poder trabajar trasladando a pasajeros desde y hacia el Aeropuerto de Ezeiza Ministro Pistarini.
Así, el juez Villena dispuso la intervención de Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Bonaerense, para realizar tareas de inteligencia , así como es cuchas telefónicas y de seguimiento.
Además, por orden del juez y para comprobar las maniobras, un policía bonaerense se camufló como chofer de taxis, operó simulando ser tal durante un tiempo y terminó siendo víctima de aprietes, lo que dio lugar incluso a que más testigos se presenten a declarar en la causa.
Según las primeras averiguaciones, a los taxistas que trasladaban pasajeros desde y hacia el Aeropuerto de Ezeiza les cobraban un canon que partía desde los 300 pesos por pasajero en algunas ocasiones o más.
Tras un año de investigación, Villena dispuso la detención de estas nueve personas acusadas de ser parte de una asociación ilícita que extorsionaba a otros taxistas, entre ellos un delegado del sindicato de conductores de taxis que conduce José Ibarra, uno de los alfiles de Cambiemos en el mundo sindical.
Los taxistas bajo la mira de los investigadores integran tanto el sindicato de conductores de taxis así como del de Peones de Taxis que comanda el inoxidable Omar Viviani.