El viernes pasado el Ministerio de Producción y Trabajo confirmó la apertura formal del procedimiento preventivo de crisis (PPC) de Fate, el principal fabricante de neumáticos del país que emplea a 1.650 personas bajo convenio colectivo, sobre un total de 2.000 empleados directos.
En una carta enviada al ministerio que conduce Dante Sica, que dio a conocer Infobae, la empresa habla de una «gravísima situación» y de una «preocupante falta de diálogo y respuestas que permita avanzar hacia una solución sustentable» por parte de las autoridades.
Además, la empresa amenaza con cesar sus actividades y comunica que están en peligro todos sus puestos de trabajo, en lugar de los 440 que había pedido desprenderse cuando inició el PPC.
«Entendemos que se encuentra en inminente peligro la actividad de una empresa y el empleo de muchos trabajadores. El cambio de reglas de juego (eliminación de reintegros, imposición de derechos de exportación, elevadísimas tasas de interés, fuertes adelantos de pagos tributarios no aplicados) no ha podido ni podrá ser compensado con las innumerables mejoras de gestión ya aplicadas. De esta manera nos vemos impedidos de mantener nuestra tradición exportadora que ha sido, hasta ahora, la manera de compensar la reducción del mercado interno y la competencia desleal de importaciones que lo han erosionado», detalla la carta.
La empresa del Grupo Madanes Quintanilla, también dueño de Aluar y la represa hidroeléctrica Futaleufú, pide que el Gobierno consulte a «especialistas económicos que representen distintos enfoques o ideologías» sobre la real situación que atraviesa el sector y la propia firma.
A la hora de expresar los motivos que la llevaron a esta situación, Fate asegura que el Gobierno nunca entendió «el carácter múltiple ó combinado de causas que llevaron a la empresa a esta situación de crisis».
«Debe afirmarse que una de las grandes causas subyacentes del problema se centran en la pérdida de productividad y el elevado costo real del factor laboral. La otra causa principal se explica por el esquema de medidas financieras (elevadas tasas de interés) y tributarias (imposición de derechos de exportación y eliminación de reintegros) que comenzaron a regir hacia el último trimestre del año 2018″, expresó.
Otros conceptos mencionados en la misiva son el «incomprensible sesgo hacia una sobrecarga tributaria punitiva sobre la exportación» y la solicitud de una «solución racional».
Para avanzar en las negociaciones, ahora bajo amenaza, el miércoles hay una reunión pautada entre el ministerio, la empresa y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna).
Desde el gremio, en tanto, se quejan de que la empresa pretende flexibilizar a los trabajadores invocando falta de productividad y de eficiencia. «Intenta decir que se debe a la falta de voluntad de los trabajadores… Sin embargo, es un hecho objetivo que, aún usando sus términos Productividad y Eficiencia, la historia indica, y es el ABC de la economía, que su mejora se logra fundamentalmente con una inversión en tecnología, incorporando nuevos equipos», detallaron en un comunicado.
«En todo su desarrollo del plan para salir de la crisis, la patronal no habla, ni en un solo renglón, de qué inversiones realizará para cambiar sus añosas máquinas que funcionan sólo gracias al sobreesfuerzo de los trabajadores. Esto es como si en el campo de al lado se compró un tractor y para compensarlo se pide que laburemos las 24 horas arando con bueyes», agregó el gremio.