Cacciola, la principal empresa de transporte fluvial de pasajeros de la zona del Tigre, tampoco logró zafar de la crisis económica que atraviesa el país y que amenaza con destruir buena parte del entramado productivo y de servicios.
Propiedad del empresario correntino Juan Carlos Romero, según confirmó IProfesioonal, solicitó a la justicia la apertura de su concurso preventivo de acreedores, afectada por la caída de las ventas y del flujo de pasajeros que utilizan su servicio.
El pedido se radicó en los tribunales de Corrientes y fue aceptado por el Juzgado Civil y Comercial 9 de esa provincia, donde tiene la sede comercial el Grupo ERSA, del cual Cacciola forma parte.
Cacciola Viajes posee una flota de catamaranes que transporta pasajeros de Tigre a Carmelo, en Uruguay.
Se trata del mismo juzgado, a cargo de Marina Alejandra Antunez, en el cual ya se tramita el concurso preventivo del grupo empresario propiedad de Romero y que también controla otra importante cantidad de firmas dedicadas al transporte urbano de pasajeros como las líneas de colectivo 19, 133, 140, 153 y 184 que unen varias localidades de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
El Grupo ERSA también opera otras compañías de traslado de pasajeros de larga distancia que prestan servicios en Corrientes, Resistencia, Santiago del Estero, Santa Fe, Paraná y Buenos Aires.
En el caso de Cacciola, los problemas que sufre la compañía no son nuevos y se remontan a mediados del año pasado, cuando por la fuerte retracción del servicio sus dueños decidieron despedir y suspender personal.
En sus mejores años, Cacciola llegó a transportar más de 150.000 pasajeros cada 12 meses con viajes a Uruguay a través del Delta y el Río de la Plata. Pero en la actualidad se encuentra en cesación de pagos y, según algunas fuentes empresarias, al borde de la quiebra.
De hecho, el proceso concursal también profundizó la disputa con su personal al que se le adeudan varios meses de salarios y que ahora podrían quedar bajo el amparo de este mecanismo de reestructuración de pasivos solicitado por Cacciola y autorizado por el juzgado a cargo del trámite.
El mismo sitio señaló que el Juzgado Civil y Comercial 9 de Corrientes ya dispuso la continuidad del procedimiento con el objetivo de verificar la cantidad de acreedores y establecer el monto a reestructurar por parte de la empresa fluvial.
Sus dueños explican que tanto en el caso de Cacciola como de ERSA, los procesos concursales buscan proteger la continuidad de las operaciones del grupo y la preservación de las fuentes laborales que se vieron afectadas por «diversos factores económicos», entre los que enumeran la «suba del tipo de cambio de más del 100%, un fuerte incremento de la tasas de interés y el severo aumento de los costos operativos, lo cual se sumó a la disminución en los subsidios y la baja de ingresos por la menor cantidad de pasajeros transportados».
Esas causas sumadas al «atraso tarifario del año 2018» conformaron para la compañía un cuadro de situación «que impide atender adecuadamente obligaciones oportunamente asumidas».