El proceso para liberar de barreras y cabinas de peajes a las autopistas porteñas ya comenzó con dos de los ingresos a la Illia y continuará con el Paseo del Bajo a partir de mayo. La idea de la Ciudad es llegar a 2023 sin cabinas en toda la red, completando la Illia y siguiendo por la 25 de Mayo y a la Perito Moreno.
Para llevarlo a cabo se instalará lo que se conoce en todo el mundo como «free flow», un sistema de cobro inteligente, dotado de cámaras y lectores láser -colocados sobre un pórtico- que detectan las patentes de los vehículos, además del Telepase.
La preocupación clara es por los puestos de trabajo que podrían perderse al levantarse las cabinas. Según dijeron desde la empresa, se reconvertirán el 100% de los puestos laborales, que son 583.
«Desde 2017 venimos realizando un relevamiento de tareas de todos los empleados, perfiles y competencias para los nuevos puestos», explicó Camila Suárez, directora operativa de AUSA a Clarín.
Sin embargo esa reconversión de tareas, que fue acordada con Armando Cavalieri del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), está más que verde. Una fuente de la actividad comentó que a casi dos años de ese acuerdo se capacitó apenas al 10% del personal y no se pusieron ni los centros de monitoreo ni diferentes centros de atención al cliente.
El Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (Sutpa), que suma en sus filas al 70% de los trabajadores de la actividad a nivel país criticó el plan de AUSA y el Gobierno porteño por considerarlo «nefasto» y, a la larga, tendiente a eliminar la mano de obra».
«Con estos cambios, no están generando nuevos empleos ni mejorando el servicio con centros de monitoreo o instancias de atención al cliente. Además, se olvidan que el nivel de bancarización es muy bajo», se quejó Sergio Sánchez, secretario General de Sutpa y mano derecha de Facundo Moyano.
«El SEC firmó una empleabilidad, es decir, lo que la empresa pueda emplear. Eso no es garantizar todos los puestos laborales. Estamos de acuerdo con la tecnología, pero con todos los trabajadores adentro. Pensamos que es muy difícil reubicar a más de 500 empleados, así que vamos a estar muy atentos», agregó Sánchez.