Roberto Fernández, el secretario general de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), dialogó sobre la toma de la sede de la agrupación que se está viviendo en estos momentos.
Desde la azotea del edificio el líder de los choferes dijo: «Tengo el gremio tomado, nos robaron y rompieron todo».
«Hablé con todos del Gobierno nacional, yo para que no haya ningún muerto, va a ser un desastre esto«, aseguró en declaraciones a Radio Mitre y aseguró que mientras oficiales de la Policía se encontraban fuera del lugar, ellos estaban adentro del recinto enfrentándose con quienes ingresaron al lugar.
«Tenemos la Policía afuera y no adentro, si me tocó la hora me tocó, estamos en manos de Dios», declaró.
El líder de los choferes especificó que durante la mañana llamó a la Policía para pedirles protección: «Vengan que acá nosotros no queremos ni escaparnos ni cerrar el sindicato».
«Hoy estoy desbordado, tuve que subir arriba de la azotea porque tengo gente por todos lados», acusó el dirigente sindical.
Sobre la posibilidad de renuncia, solicitada por el grupo opositor, se mostró ante la negativa. «Yo gané unas elecciones limpias».
«Esto no puede ser una batalla campal. Acá lo que hay que defender son los derechos de los trabajadores, no los del otro sector. A Fernández muerto se lo van a llevar», aseguró.
El origen del conflicto en la UTA se encuentran en el conflictivo proceso electoral con el que Fernández renovó su mandato. Allí no homologó la nómina de Miguel Ángel Bustinduy, hombre clave en el armado sindical de la zona metropolitana.
Luego de no poder presentarse a los comicios las diferencias se acrecentaron con el acercamiento de los opositores al moyanismo. Hoy, luego de paralizar más de 60 líneas de colectivos, tomaron las instalaciones y le exigen la renuncia a Fernández.
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