De esta forma, el metrodelegado desestimó que la solución para eliminar ese material cancerígeno de las formaciones sea la limpieza de los vagones que se realiza con personal que utiliza trajes especiales para esa tarea.
«Se inició un proceso en la Línea B, que va muy lento, y se sacaron los coches japoneses viejísimos que se trajeron en 1996 que tienen una cantidad de amianto que no se puede sacar. Habría que tirarlos», sostuvo al respecto Pianelli en declaraciones a radio El Destape.
En ese sentido, el titular de la AGTSyP dijo que «el proceso que se está haciendo es un paliativo» e insistió en que «el problema sólo se puede resolver comprando coches nuevos».
«En los trenes de la Línea C y D todavía no se ha iniciado el proceso de desamiantación. Se va a extender de 3.000 a 4.000 trabajadores el grupo de los que van a tener que hacerse estudios de por vida. Hasta que se mueran van a vivir con una espada de Damócles», planteó.
Sobre el cierre de la línea C desde este sábado, Pianelli relató: «Son 15 días que va a estar interrumpida la Línea C porque se va a cambiar el sistema de señales. El que hay es muy pero muy viejo. A punto tal que cuando los técnicos vieron el sistema dijeron que se lo querían llevar al museo porque es una reliquia. Se va a cambiar por un sistema computarizado como el de la línea H».