El moyanista, Guillermo Pereyra, encabeza un flamante y poderoso bloque de sindicatos de petroleros patagónicos. Estos gremios que concentran la mayor parte de la producción del país anunciaron la realización de un paro por 24 horas contra el pago del Impuesto a las Ganancias y lanzaron una dura amenaza al Gobierno nacional si no atienden el reclamo.
La decisión fue tomada en un plenario de sindicatos petroleros celebrado en Comodoro Rivadavia. Allí estuvieron los integrantes del Sindicato de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que lidera Guillermo Pereyra, el de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral, de Luis Villegas, el de Jerárquicos de Cuyo, de Julián Matamala, y el anfitrión Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge Ávila.
Según informó el sindicato chubutense, la asamblea contó con la presencia de las comisiones directivas de los gremios, del diputado provincial Carlos Gómez y de los delegados de cada institución, que colmaron un gimnasio de Comodoro. En ese ámbito se aprobó una declaración conjunta bautizada «En la unión está la fuerza». Los gremialistas dicen que fue votada por unanimidad, por casi 2.000 petroleros.
En el documento aseguraron que «los trabajadores, que desde esta Patagonia generan y garantizan la mayor producción de petróleo y gas convencional y no convencional, están cansados de ver cómo el sacrificio de las muchas horas extras, largas jornadas y desarraigo familiar, sigue siendo vilmente confiscado por el deplorable e injusto Impuesto a las Ganancias».
En ese marco, exigieron por escrito que «en forma inmediata se eleve el mínimo no imponible de dicho impuesto» y agregaron la advertencia con tono amenazante. «Si hasta el 5 de noviembre del corriente año los reclamos no son atendidos, el plenario ha resuelto implementar un plan de lucha que se iniciará el 6 de noviembre de 2014 con un paro de 24 horas con afectación de la producción y que se profundizará en caso de persistir la perniciosa negativa del gobierno nacional», desafiaron.
El segundo apartado de la declaración reclama el reconocimiento oficial de la Obra Social del Sindicato de Chubut, mientras que el tercero refiere a «la urgente necesidad de refundar el Bloque Petrolero Patagónico» para unificar fuerzas.
En el cuarto se reflejó la interna en el sindicalismo petrolero y aboga por formación de una nueva Federación patagónica, disidente de la existente de alcance nacional, y se convoca a un congreso constitutivo en marzo de 2015.
Por último, los petroleros ratificaron el impulso a la paz social asumido en 2003 cuando asumió Néstor Kirchner, pero condicionaron el sostenimiento de esa situación a una pronta respuesta de la Casa Rosada. «La verdadera paz social no se declama, sino que se construye, se preserva y se afianza con el esfuerzo conjunto de los tres actores responsables: las empresas, el Gobierno y los sindicatos», remarcaron.
Se espera que a los presentes se les sume la regional de Santa Cruz, también disidente de la conducción nacional de Alberto Roberti y termine de conformar un espacio más que poderoso en el sector energía.
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