En un acto realizado por la transportista eléctrica TRANSNOA en Termas de Río Hondo y ante los secretarios generales de los gremios de Luz y Fuerza de las provincias norteñas, Guillermo Moser se sumó al reclamo del pago de un “bono navideño” para compensar la pérdida salarial de los últimos meses.
Tras haberle ganado la elección interna al sindicato de la Capital Federal que durante el reinado de Oscar Lescano mantuvo las riendas de la federación, ahora la apuesta de Moser es recuperar el terreno y el protagonismo que la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) perdió durante el último tiempo tanto en el ámbito gremial, como en el escenario político.
Sin sacar los “pies del plato” de la CGT oficialista que pilotea Antonio Caló, el nuevo jefe de la FATLyF solicitó el desembolso de un bono salarial para fin de año para atemperar el malhumor de los afiliados del interior que ven como día a día se evapora el poder adquisitivo de sus sueldos por el avance inflacionario.
Al igual que los otros gremios que también vienen reclamando el pago de un extra para las fiestas (Camioneros, UOCRA, Metalúrgicos, Docentes, Bancarios y Municipales), el planteo de Moser se origina en la negativa del Gobierno a actualizar el mínimo no imponible de Ganancias antes del cobro del aguinaldo.
Moser se sumó así a los reclamos que protagonizan los dirigentes de los gremios más grandes frente al creciente reclamo que están recibiendo de las bases.
Además, esa presión interna se ha visto potenciada por los anuncios de los gobiernos provinciales de Córdoba y San Luis que ya anticiparon que van pagarle a sus empleados un “plus” de fin de año para recortar el deterioro salarial.
Si bien no le puso cifras, la idea de Moser es arrancarle a las empresas eléctricas estatales y privadas una “gratificación” que oscile entre los 3.000 y 4.500 pesos a pagar en una o dos cuotas.