La Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo hizo lugar en las últimas horas a una cautelar que reclamaba que se mantenga la intervención del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) y no se innove hasta que la Corte Suprema defina quienes deben quedar al comando de la organización.
El oficio judicial ya fue librado a la cartera laboral y le pide al ministro, Claudio Moroni, que siga en su función el cuerpo colegiado nombrado oportunamente.
La cautelar es promovida por una afiliada y dirigente del Soeme y reclama que se espere que la Corte defina sobre la competencia del asunto. Si rige lo actuado por el juez platense Ernesto Kreplak o si queda vigente lo definido por la jueza del fuero Laboral, Analía Vigano.
En primera instancia la Corte Suprema de Justicia de la Nación había ratificado lo actuado por la jueza del fuero Laboral y había declarado la incompetencia de su par platense en la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en el Sindicato y que había derivado en su intervención.
El fallo, en su momento, representó un claro triunfo para el detenido Marcelo Balcedo, desplazado del control de la entidad y hoy con prisión domiciliaria en Uruguay. Desde el inicio del proceso Balcedo advirtió que el magistrado interviniente se estaba excediendo en sus atribuciones.
Vigano consideró que el juez que no era competente para tomar determinaciones sobre la vida institucional de SOEME, a pesar de lo cual desarrolló un proceso electoral para renovar las autoridades y en el que se impuso Adrián De Marco, un hombre con varias terminales pero que decidió volcarse al barrionuevismo en lo que fue el principio de su caída.
Por estas horas De Marco estaba convocando a la gente de su entorno para tratar de «resistir» la intervención.