La realidad de los tacheros no es sencilla. Son pocos los que se encuentran en relación de dependencia y a los que se les respetan los derechos laborales. Escasea el trabajo formal y por lo tanto el falso cuentapropismo abunda.
Sin embargo hay lugares privilegiados donde la demanda logra cubrir ampliamente los costos del auto y los gastos, y deja buenos frutos para los tacheros que consiguen entrar. Hablamos de las paradas más importantes de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero la entrada a las paradas no es sencilla. Por un lado no hay lugares ilimitados y por otro hay que dar promesas y sostener ciertas garantías.
Es que el gremio de Peones de Taxis que comanda Omar Viviani «cobra» a cambio de un lugar en una parada la lealtad al sindicato y la presencia en los actos en los que el líder tachero considere necesario.
Es así que en el lanzamiento de la candidatura de Sergio Uribarri colmaban las tribunas muchos taxistas que no tenían idea de qué estaban haciendo en ese lugar.
Todo sea para mantener el laburo y el ingreso.