El líder del sindicato de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, confirmó que los gremios del transporte analizan una huelga general del sector si no obtienen un bono de fin de año o la exención del pago de Ganancias del medio aguinaldo y adelantó que para 2015 podrían llegar a reclamar hasta 50% de aumento en las paritarias.
«En el Ministerio de Trabajo escuchamos una repetición de lo que había adelantado la Jefatura de Gabinete a la mañana, es decir una cerrada negativa, aunque el tono de Carlos Tomada fue mucho más comprensivo que el del jefe de Gabinete (Jorge Capitanich)», expresó el gremialista.
«Hemos encontrado una negativa y el jueves vamos a resolver algún tipo de protesta en la reunión que vamos a tener en la UTA», afirmó sin dar más detalles.
La cumbre de gremios del transporte de mañana será clave para saber cómo continuarán los reclamos del sector. Según dejaron trascender fuentes sindicales, en principio no definirán un paro, sino medidas menores como quites de colaboración en las horas extras y feriados o asambleas que podrían demorar el servicio.
Claro que de seguir la negativa, estos primeros pasos podrían convertirse en un paro general de transporte que incluya a la confederación moyanista CATT y a la oficialista UGATT.
Al ser consultado sobre la posibilidad de una huelga general de los transportistas, Schimd, dijo: «Hasta que no nos reunamos no puedo adelantar ninguna precisó, porque obviamente no la tenemos».
«Hemos ido a la reunión de buena fe. Es bastante auspicioso que el Gobierno haya roto la lógica que llevaba delante de titulares y suplentes, que se abra el canal de diálogo, pero tiene que tener responsables de ambos lados del mostrador, sino ir a un diálogo a tomar una café sin encontrar vías alternativas es difícil de sostener».
El marítimo minimizó el desplante de otros sindicatos del rubro más afines a la Casa Rosada, que estuvieron ausentes, como los taxistas de Omar Viviani. «Nosotros hemos comenzado una reunión con 30 sindicatos y acordamos esto que estamos llevado adelante. Los sindicatos que no han estado presentes son la expresión minoritaria. Acá están los ferroviarios y el sector aéreo en su totalidad. Una medida de fuerza en estos sectores va a afectar a todo el transporte, aún cuando ese sector minoritario no participe», sostuvo.
Schmid rechazó las críticas que recibieron los gremios por reclamar un bono de fin año al Estado nacional, cuando hay actividades privadas y deberían ser las empresas quienes accedan a ese pedido. «Ocurre que efectivamente en el sector privado se puede discutir, pero los que dependen de sectores estatales no tienen esa resolución, por lo tanto es un planteo más global, para que el Gobierno que reconozca que debe haber una compensación fruto de la inflación y la permanencia de Ganancias», se defendió.
Schmid estimó que si un acuerdo salarial se cerró por un aumento de 30% y el proceso inflacionario termina el año por arriba del 35%, se pierden cinco puntos del poder adquisitivo, que sumado al impacto de Ganancias en un año se pierde entre 7% y 10% de la negociación salarial. «Eso hace que a la mesa siguiente hay que sentarse a decir quiero un 50% por si las moscas», remarcó.
«¿Ese es el monto que se debería imaginar (para 2015) con la foto de hoy?», le interrogaron. «La verdad no lo sé, pero habrá que ver cómo cierra el proceso inflacionario», culminó.