La pandemia de coronavirus provocó pérdidas de ingresos en el 49,3% de los hogares consultados por el INDEC en Capital y el Conurbano, según un estudio difundido hoy.
El 40,3% de los hogares contaban con al menos un miembro con problemas laborales -despidos, suspensión o disminución de ingresos-, de acuerdo con este «Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires», realizado entre agosto y octubre últimos.
En los sectores de menores recursos, en especial en aquellos con jefe o jefa de hogar con menores niveles de instrucción, la proporción experimentó una reducción en sus ingresos del 57,1%.
En base a los resultados del estudio, el Indec también detalló que el 33,8% de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores debió reducir la compra de al menos un alimento (carne vacuna u otras, verduras frescas o leche) por haber tenido menos ingresos durante la pandemia.
Entre los hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el porcentaje de quienes debieron reducir el consumo de al menos uno de estos alimentos fue del 21,2% del total de las familias relevadas, mientras que en el conurbano bonaerense trepó al 38%.
Además, el 45,8% de los hogares redujo “el consumo de productos no alimentarios” en medio de la pandemia.
El estudio abarcó también cuestiones relacionadas con los servicios, en los que incluyó el tema alquiler y el pago de las tarifas de luz y gas, entre otros.
En este último caso, el 28,6% de los hogares reconoció que dejó de pagar o tuvo problemas para cubrir los costos de los servicios de la vivienda. Esta situación afectó al 14,7% en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el impacto resultó superior en el conurbano bonaerense, con el 33,3%.
El Indec informó también que el 40,3% de los hogares registró problemas de empleo de al menos alguno de sus integrantes. En los hogares en que reside al menos un niño, niña o adolescente, los problemas laborales alcanzaron el 48,3%.
El 30,4% de los jefes y jefas de hogar con empleo (que trabajó la semana anterior a ser encuestados) desarrolló sus tareas laborales desde su vivienda, relevó el organismo.
El 26,8% de los hogares tenía algún miembro que, además de recibir alguna prestación del sistema de protección social vigente, accedió a alguna de las prestaciones específicas correspondientes a las políticas implementadas a raíz de la pandemia, precisó.
Un 21,2% de los hogares que no estaban alcanzados por prestaciones sociales previas a la pandemia tuvo acceso a alguno de los beneficios derivado de las nuevas medidas.
Pese a este escenario adverso, solo en el 4,6% de los hogares algún integrante manifestó dificultades para acceder a medicamentos y en el 8,6% hubo inconvenientes para realizar una consulta médica.
Otro resultado importante del estudio fue que el 65,5% de los hogares encuestados señaló que debió incrementar el tiempo dedicado a tareas domésticas.
Aquellos hogares con presencia de menores los hicieron en mayor proporción (72,5%) respecto del resto de los hogares (60,5%).
En el 64,1% de los hogares que aumentaron la dedicación, las tareas del hogar fueron realizadas por las mujeres de manera exclusiva o con mayor dedicación (sin considerar los hogares unipersonales).
Le siguieron los hogares donde esas tareas las realizan solo, o con mayor dedicación, los hombres, que representaron un 20,1%.
En tanto, en el 15,1% de los hogares se afirmó que hubo una distribución equitativa de las tareas entre mujeres y varones del hogar.
El estudio reflejó, por último, que en el 66,1% de los hogares con presencia de menores en edad escolar, se incrementó el tiempo dedicado a tareas de apoyo.