La diputada nacional por Santa Fe y dirigente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), Patricia Mounier, participó de un conversatorio a dos años de la sanción de la Ley Micaela y habló sobre la resolución recientemente aprobada en Diputados para invitar a las centrales obreras y a los gremios que las componen a adherir a esta ley. «Es una invitación porque a me gustaría que los gremios demuestren voluntad política de capacitarse en perspectiva de género.», afirmó.
El 18 de diciembre de 2018 se sancionó la Ley Micaela. A dos años del comienzo de las capacitación sobre violencia y perspectiva de género en el Estado, se realizó este lunes un encuentro virtual organizado por la Fundación Micaela García.
En junio de este año, la diputada y sindicalista Mounier presentó el proyecto de una resolución que promueve la extensión de esta necesaria capacitación en las centrales obreras, una Ley Micaela Sindical.
Luego de su tratamiento, la resolución 2747-D-2020 fue aprobada el 13 de noviembre pasado: «Soy dirigente gremial hace 30 años y por eso expresé en este proyecto lo que veía en mi experiencia en la vida sindical. Finalmente, fue aprobado así que no queda más que salir a recorrer a todos los gremios y todas las centrales para que se aplique.», expresó.
«La virtualidad ayudó en ese sentido y hubo un montón de propuestas de capacitación de Ley Micaela en sindicatos. Tengo un sinfín de gremios que han comenzado ese camino. Lo que yo no quiero es que la Ley Micaela sea sólo una foto y ahí quede.», reconoció la secretaria adjunta del SADOP de Santa Fe y secretaria de DDHH de SADOP Nación.
La diputada se mostró optimista frente a los primeros pasos: «Algunos gremios ya están más avanzados, otros están tímidamente empezando. Pero lo importante es tener optimismo de que el camino, por lo menos en el ámbito gremial ya comenzó. Y esos son los ideales de Micaela.»
La dirigente aprovechó para dirigir unas palabras a los padres de Micaela García, quienes sostienen la Fundación que organizó el encuentro: «Admiro profundamente la lucha de Andrea y de Yuyo. Me recuerda la lucha de las madres y de las abuelas porque transformaron en lucha el dolor. Y la verdad que como dirigente gremial y como dirigente política, pero fundamentalmente como madre admiro esa fortaleza».
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