Trabajo convocó a una nueva audiencia por el conflicto en Guerrero Motos y el secretario gremial de Smata, Román Moyano, aseguró que si la patronal no se presenta «serán llevados por la fuerza púbica» y remarcó que “la protesta continúa con la presencia de los trabajadores en la puerta de la firma por toda esta semana”
Los trabajadores de Guerrero Motos siguen sin encontrar respuestas ante el recorte salarial dispuesto unilateralmente por la empresa, a los que se suma el despido injustificado de 23 empleados antes de Navidad.
El conflicto, que comenzó en los primeros días de diciembre, tuvo una primera instancia de acercamiento cuando el Ministerio de Trabajo santafesino citó a las partes el pasado jueves pero la patronal no se presentó.
“La empresa no acató la conciliación obligatoria, ni tampoco vino a la audiencia y presentó un escrito denunciando al Ministerio y al gremio. Está claro que no se quieren sentar a discutir porque todo lo que hicieron es ilegal”, afirmó ese día Román Moyano, secretario gremial de Smata, tras la fracasada la audiencia.
El mismo Moyano anticipó este martes que “el Ministerio de Trabajo volverá a citar a la patronal para una nueva audiencia, y que en el caso de no presentarse serán llevados por la fuerza pública”.
Mientras tanto, el sindicalista aseguró que “la protesta continúa con la presencia de los trabajadores en la puerta de la firma por toda esta semana”.
Cuando el conflicto tomó temperatura, el secretario gremial del Smata explicó que “la empresa venía bien, se vendieron muchas motos durante la pandemia. Pero hacia fin de año empezaron los conflictos. Para nosotros, la raíz de todo esto es que ellos cambiaron su estudio de abogados y empezaron a generar causas”.
Fábrica paralizada
Desde diciembre pasado, los trabajadores junto al gremio Smata vienen exponiendo la complicada situación por la que atraviesan organizando diferentes protestas en Rosario y San Lorenzo.
La empresa, con una plantilla laboral de 70 personas, actualmente sigue paralizada por la huelga por tiempo indeterminado que iniciaron los trabajadores por la rebaja de salarios entre un 10% y un 15%, sin que la patronal brindara explicaciones y por la veintena de despidos.
El recorte en sus ingresos mensuales fue “el desencadenante final” de la serie de reclamos que venían sosteniendo los empleados durante el último tiempo. También denunciaron el incumplimiento de los protocolos de higiene y falta de respuesta por parte de la empresa ante otros reclamos.