El Sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, que encabeza Omar Maturano, realizó hoy su 96° Asamblea General de Delegados, que había sido pospuesta por la pandemia del COVID-19, y se realizó por streaming con 60 delegados presentes y los veedores del Ministerio de Trabajo. El sindicato advirtió que “los tiempos difíciles llegaron, y que sólo podremos defender a la familia fraternal más Unidos y Organizados”.
En su declaración, los delegados afirmaron que “el problema argentino ha vuelto a ser la deuda externa, y su negociación es la que registra el mayor rigor en términos de ajuste sobre las mayorías populares, los jubilados y los trabajadores”. Así, resaltaron que “20 mil millones de dólares son contraídos por la actual gestión, lo que determinan nuevos condicionamientos económicos, que a cambio de más tiempos en los plazos de los pagos, ya se ha comenzado a aplicar con recortes y ajustes presupuestarios”.
Asimismo, denunciaron que “los préstamos realizados al PRO en el 2018 financiaron la campaña de Macri del 2019 para ocultar el endeudamiento de su gestión, cuya síntesis es la fuga de capitales por más de 86 mil millones de dólares”, agregando que “los recursos del capital concentrado pasaron de 8.800 millones a más de 11.200 millones de dólares, y aunque paguen el ‘aporte extraordinario’ votado en el HCN, van a ser los beneficiados por la pandemia, en tanto los comercios, profesionales, técnicos y trabajadores empobrecen, pierden sus empleos y solo sobrevive el trabajo informal”.
Acerca de la actualidad, en el documento de los delegados fraternales se deja de manifiesto que “los recortes y ajustes en desarrollo han logrado que el 50% de los asalariados registrados del sector privado tengan ingresos inferiores a 50 mil pesos, de modo que estén debajo de la canasta básica, en tanto apenas más arriba los salarios son recortados por el impuesto a las ganancias”. Así, hicieron referencia al reciente acuerdo paritario en ferrocarriles nacionales, que contará con revisión en abril próximo, e insistieron con el reclamo histórico del gremio de modificar el “Impuesto al Trabajo”.
En la misma línea, sostuvieron que “la situación del sistema previsional es más grave aún, pese a las reformas impulsadas que no tendrán sostén de mantenerse la profunda caída de la economía formal, ni tampoco resolverán la estafa de 102 mil millones por la suspensión de la movilidad jubilatoria” y solicitaron al Secretariado Nacional “que prosiga con las gestiones ante las autoridades nacionales, CGT y CATT, para lograr obtener la equiparación de la Jubilación Mínima con los montos del Salario Mínimo Vital y Móvil, a fin de atenuar la distorsión que existe entre los salarios de los trabajadores en actividad y los haberes que perciben los jubilados”.
Otro de los pedidos hacia el Secretariado Nacional fue que “vea la posibilidad que ante la vacuna COVID19 se arbitren los medios para que nuestros afiliados reciban las dosis correspondientes, por ser trabajadores esenciales en pandemia y de esta forma continuar trabajando más seguros en nuestra actividad”.
“El colapso mundial de la economía pone al descubierto las falencias del orden económico, social y político mundial que ingresa a una de las crisis más relevantes. La Argentina no es la excepción, agravada con sobrellevar cuatro años de políticas de endeudamiento y postergación que profundizaron las diferencias entre los que más y menos tienen”, lamentaron desde La Fraternidad.
“Las políticas sociales y económicas asistenciales no detienen la causa de los males, alivian sus consecuencias y coadyudan a superar los primeros pasos, aunque entendemos que se requiere de un Programa de Gobierno para superar las crisis. Pero para ello, el Estado debe contar con las reservas necesarias, y la negociación de la deuda con el FMI, las relaciones ambivalentes con los grupos formadores de precios, como el doble relato con Vicentin y la Mesa de Enlace, aparecen los síntomas de una debilidad inocultable”, concluyeron en el documento.