Los dos dirigentes, que supieron compartir espacio en el moyanismo, se cruzaron duro por el retorno a las clases presenciales. Marcelo Peretta lo acusó de «no poner el hombro» y Miguel Diaz le dijo que manda a la gente a morir tomando lavandina.
Un duro intercambio televisivo tuvo como protagonistas a dos dirigentes sindicales que supieron compartir el paraguas del moyanismo y ahora están en veredas opuestas. Se trata del mediático Marcelo Peretta, líder de los farmacéuticos y bioquímicos, y Miguel Díaz, el titular de los docentes bonaerenses de Udocba.
El tema abrió cuando Peretta lo mandó a poner el hombro a Díaz y a sus afiliados para el regreso de las clases presenciales.
El maestro le respondió, picante, relatando lo ocurrido en 2020. «Si acá le piden a los docentes poner el hombro es porque no entendieron nada. Si alguien puso el hombro fueron los docentes. De su casa hizo una escuela. Se compró una computadora a cuenta para seguir dando clases».
«El docente fue a la casa de los alumnos para ver si los podía rescatar. En la Argentina hay 5 millones de chicos pobres. Fueron a llevar cuadernillos y comida para toda la población de la provincia de Buenos Aires», siguió Díaz.
Y vino lo más álgido: «A vos no te vi repartiendo comida. A vos te vi entrando a tu farmacia y mandando a tus empleados. Qué le venís a pedir poner el hombro a los docentes», disparó.
«Los comentarios de Miguel es parte del mal sindicalismo. Del que la gente no quiere. Del que promueve el no trabajo», respondió Peretta.
A los gritos Díaz lo acusaba de haber estado en la intervención del PJ y de mandar a la gente a tomar lavandina.
«Yo no soy dueño de farmacias, represento a los trabajadores de farmacia», siguió Peretta y lo citó en una farmacia de Caballito donde aseguró trabajar en relación de dependencia.
«El problema de los docentes como Diaz es que hace que nuestros hijos retrocedan 5 años en la educación», remarcó.
«No mandes a la gente a morir que es muy grave», cerró Díaz y Peretta contestó: «Volvé a la escuela y pedile a la gente que vuelva a dar clases. Poné el hombro».