El 47% de los trabajadores argentinos optaría por un esquema híbrido de trabajar algunos días de la semana en su domicilio y otros en la oficina, en el caso de que pudiera elegir dentro de su convenio colectivo cuando pasen los efectos de la pandemia de Covid-19.
Así lo señala un estudio realizado sobre la base de una encuesta que desarrolló la empresa de servicios de recursos humanos Randstad.
De la encuesta se desprende también que el 19% de las personas consultadas aseguró que preferiría seguir trabajando siempre desde su hogar, mientras que apenas un 6% sostiene que quisiera trabajar siempre desde la oficina cuando se levanten todas las restricciones por la pandemia.
Las opciones se completan con el 17% que elegiría una opción que le diera flexibilidad para cambiar con libertad sus horarios de trabajo, el 6% que se inclina por un formato que le permita elegir cuándo trabajar desde el hogar y un restante 5% de los trabajadores argentinos que si pudiera elegir, optaría por trabajar de forma remota desde cualquier lugar.
Al comparar los resultados locales con los de la muestra global en los 34 países en los que esta firma releva la información para su «workmonitor» (monitor de empleo), surge que si bien la inclinación mayoritaria por un formato mixto de oficina y home office es compartida tanto en el país como globalmente, la preferencia por esta opción es mucho más marcada entre los trabajadores argentinos, con 12 puntos por encima de la media global.
Asimismo, se destaca la brecha de 8 puntos menos entre los que prefieren trabajar siempre en la oficina en Argentina, versus el 14% que elige esa opción a nivel global.
Andrea Ávila, CEO de la consultora para Argentina y Uruguay dijo que en momentos en que el país acaba de reglamentar parcialmente una ley de teletrabajo que está más orientada a la regulación que al impulso de esta modalidad laboral de gran potencial, los resultados de este estudio dan cuenta de la diversidad de preferencias en relación a los formatos de articulación del trabajo que surge por efecto de una mayor deslocalización del trabajo que la experiencia de la pandemia nos deja.
Antes de la irrupción del coronavirus, la mayoría de los trabajadores manejaba las exigencias del trabajo y de la vida personal de manera predecible.
Sin embargo, la pandemia cambió por completo la dinámica y las rutinas laborales y personales y el estrés diario generado por los desplazamientos y las tareas de oficina fue reemplazado por el de las responsabilidades familiares ampliadas y las intrusiones del trabajo en la vida familiar.
El estudio se desarrolla a través de un cuestionario online sobre una muestra compuesta por personas de ambos sexos, de entre 18 y 65 años que trabajan en posiciones remuneradas bajo relación de dependencia (no autónomos) más de 24 horas por semana; en Argentina, el estudio de campo del segundo semestre se realizó entre el 13 y 26 de octubre de 2020.