Durante la tarde del jueves 4 de diciembre en la sede del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires se suscribió el acta acuerdo para la conformación de la Comisión Negociadora Paritaria para la Elaboración del Convenio Colectivo de Trabajo del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El compromiso allí asumido proyecta que para el año entrante los judiciales de la Ciudad tendrán su primer convenio colectivo de trabajo, el primero en la historia de los trabajadores judiciales de todo el país.
El logro es de y para los judiciales porteños, la seccional 2 de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), en manos de la lista Azul y Blanca, kirchnerista y opositora a la conducción del moyanista Julio Piumato. Lo notorio es que mientras se firmaba el acta en cuestión, Piumato se encontraba en pleno paro y movilización en protesta de la entonces inminente aprobación por el Congreso nacional de la reforma del código procesal penal.
Los motivos de la protesta de los empleados judiciales fieles al histórico moyanista incluían una denuncia del propio Piumato a la Procuradora Alejandra Gils Carbó por presuntas designaciones irregulares. La acusación es por el nombramiento de 179 empleados en la Procuración General de la Nación sobre un total de 5000 empleados que componen el Ministerio Público Fiscal.
La denuncia en sí no resulta muy sólida y es claramente parcial. La ley de Ingreso Democrático que invoca Piumato establece cómo deben ser los nombramientos en las fiscalías, no en la Procuración. Y por otro lado elude objetar la discrecionalidad que rige a la hora de nombramientos y promociones en el fuero de la Corte, su empleador directo y cabeza máxima del Poder Judicial.
Desde la Azul y Blanca, por su parte, la Secretaria General de la seccional 2, Vanesa Siley, y su Secretario General Adjunto, Juan Manuel Rotta Escalante, celebraban la conquista obtenida, rescataban el apoyo de las bases y se posicionaban políticamente. En un comunicado decían:
“Como trabajadores nos enorgullece haber dado un paso histórico para lograr esta conquista. (…) Nos enorgullece que este Convenio Colectivo de Trabajo sea la consecuencia de un proyecto de país que ha incluido a los trabajadores y ha mejorado sus derechos sustancialmente desde aquel 2003 cuando por decisión de Néstor Carlos Kirchner se devolvió las convenciones colectivas a los trabajadores y se marcó el paso fundamental para paritarias sostenidas durante 11 años y ampliación de derechos para los trabajadores del pueblo argentino”.