La crisis provocada por el coronavirus provocó un retroceso de más de una década en la tasa de participación laboral de las mujeres de América Latina y el Caribe, al situarla en 46%, lo que implicó una retracción de 6 puntos porcentuales respecto del nivel previo a la pandemia, de acuerdo a los datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La Cepal presentó un Informe Especial Covid-19 sobre «La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad” a través del cual sostiene que la crisis que provocó la pandemia generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en la participación laboral de las mujeres.
Según el reporte del organismo regional, la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020 y la de los hombres en 69%, mientras que para el año 2019 habían alcanzado un 52% y un 73,6% respectivamente.
Asimismo, el estudio explicó que la tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, pero este porcentaje se eleva al 22,2% si se toma la misma tasa de participación laboral de las mujeres en 2019.
En este sentido, indicaron que en 2020 “se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo”.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, afirmó que “las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia».
«Un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus”, afirmó.
Esto se enmarca en «un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23,7% inferiores a los de los hombres del mismo sector”, agregó Bárcena.
El organismo regional de las Naciones Unidas estimó que alrededor de 118 millones de mujeres latinoamericanas se encontrarían en situación de pobreza, 23 millones más que en 2019.
“Resulta fundamental avanzar en un nuevo pacto fiscal que promueva la igualdad de género y que evite la profundización de los niveles de pobreza de las mujeres, la sobrecarga de trabajo no remunerado y la reducción del financiamiento de políticas de igualdad”, señaló Bárcena.
A su vez, el estudio destacó que el trabajo doméstico remunerado fue uno de los sectores más golpeados por la crisis, al marcar que para el segundo trimestre de 2020 los niveles de ocupación este sector cayeron -24,7% en Brasil; -46,3% en Chile; -44,4% en Colombia; -45,5% en Costa Rica; -33,2% en México; y -15,5% en Paraguay.
“América Latina y el Caribe debe invertir en la economía del cuidado y reconocerla como un sector dinamizador de la recuperación, con efectos multiplicadores en el bienestar, la redistribución de tiempo e ingresos, la participación laboral, el crecimiento y la recaudación tributaria”, sostuvo Bárcena.