Como anticipó en exclusiva InfoGremiales, la Justicia Federal de Rosario designó un nuevo responsable en la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín. La institución está intervenida desde la detención de Herme «Vino Caliente» Juárez. El Evita gana terreno en el puerto.
El Juzgado Federal número 4 de Rosario, a cargo de Marcelo Bailaque designó el veterano dirigente del PJ local Daniel Sorrequieta como nuevo normalizador de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín.
La Cooperativa, que condujo Herme «Vino Caliente» Juarez por más de tres décadas, es responsable del 60% del estibaje que se realiza en los puertos del Gran Rosario, por donde sale el 75 por ciento de las exportaciones del país.
La nota saliente de esta asunción fue la activa participación en el asunto del referente santafesino del Movimiento Evita, Gerardo Rico.
El Evita, como popularmente se conoce al Movimiento, ya había dado muestras de estar atento al conflicto a partir del arribo de uno de sus hombres -Alexandre Roig- a la conducción del organismo con poder de definición en el conflicto de la cooperativa, el INAES.
De hecho, a principios de año recibió a un grupo de trabajadores portuarios que reclamaban por la situación de la cooperativa, denunciaban a la intervención y pedían el urgente llamado a elecciones.
Es ese grupo había una extraña conjunción de grupos cercanos a «Vino Caliente» y otros nucleados alrededor de un concejal de Cambiemos, Federico Jolly.
De alguna manera buscaban proponer al INAES un mecanismo similar al que se arribó en el Sindicato del Puerto (SUPA). Una suerte de mesa colegiada que permitiera que estén todos adentro pero sin preminencia de ninguno hasta regularizar la situación.
El arribo de Sorrequieta determina la salida de actor importante que tallaba en el negocio de la Cooperativa. Es que Roberto Pasqualino, saliente interventor, había llegado a la intervención de la mano formal de la UBA y de la cobertura política del operador radical Emiliano Yacobitti quien, a su vez había, logrado una base de sustentabilidad en el ámbito de Rosario.
Ahora habrá que mirar cómo el Evita lograr anclarse en un lugar convulsionado, al que todos aspiran en función del importante y estratégico negocio que dominan.
En medio de este río revuelto, el empresario Adrián Milisenda, que compite con la cooperativa por los servicios portuarios, parece ser por ahora el único ganador claro.