La conducción de Leyes en la UOM no controla el conflicto y hasta genera rechazo. La comisión interna tiene problemas de consenso y las cesantías ya son 20. Del otro lado del mostrador Paolo Rocca activa mano dura y amaga con otra tanda de despidos masivos.
Sin soluciones a la vista, el conflicto entre los trabajadores de Siderar y la firma del Grupo Techint pasó el fin de semana. Se trata de un viejo reclamo por encuadre que Paolo Rocca contestó, como suele ser su estilo, con mano dura.
El pedido es la adecuación del encuadre laboral a la rama 21 del convenio colectivo de la UOM. La pertenencia a esa rama, la que le corresponde a los siderúrgicos acorde a la actividad que realizan, implica salarios de aproximadamente un 20% más.
La respuesta de Rocca fueron 8 despidos primero. Y 12 más tarde. Un total de 20, que algunos estiman, dado su historial, que podría ser sólo el principio. Ya se habla de medio centenar.
El conflicto pone en evidencia, además, la crisis de representación de la UOM Avellaneda.
Sin elecciones, por la prórroga de los mandatos, la conducción de Paulino Leyes no pudo refrendarse en las urnas. El heredero del fallecido Juan Manuel Belen parece no tener la llegada necesaria para tratar de conducir la situación.
Es más, algunos sostienen que la visita de la semana pasada a Siderar fue la primera de Leyes a una planta que tiene unos 400 empleados de la actividad.
Por si fuera poco hay una falta de consenso de la Comisión Interna, que no logra encausar la situación. De hecho, no logró que se respete una conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo de Provincia hubiera evitado la escalada de los hechos.
En ese contexto, se espera el próximo paso de Rocca para ver si hay algún resbalón legal que genere una solución posible y permita retrotraer las cesantías..