Omar «Caballo» Suarez pasa momentos delicados por las causas que lo tienen contra las cuerdas y amenazan con desterrarlo del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que maneja a su antojo. Las investigaciones en los juzgados de Comodoro Py ya lo tienen procesado, con un embargo que pase sobre él y todo indica que esto es sólo el comienzo.
Es que a las investigaciones abiertas por extorsión a empresarios del sector marítimos y el entorpecimiento del transporte que avanzan a paso firme, se le sumó primero la pesquisa sobre su suculento patrimonio que parece ser difícil de justificar con sus ingreso como gremialista.
Y sobre llovido, mojado. Sucede que en el libro “Sinaloa-Medellín-Rosario”, editado por la editorial Planeta y escrito por Gustavo Sierra, se habla de Maruba, empresa del gremio de Suarez, como agente del ingreso de la efedrina al país.
Sierra habla de 35.000 kilos de efedrina embarcados en un buque de la naviera argentina Maruba, manejada por el SOMU.
Además, en junio de 2011, y en el mismo puerto dominado por los sicarios de Sinaloa, en otro barco de Maruba, el Simmons, fueron decomisadas 60 toneladas de precursores químicos que venían de contrabando desde Buenos Aires.
Un año más tarde, la policía española encontró al Maruba Europa atracando en el puerto de Valencia con un cargamento de cocaína que había sido embarcado en Rosario.
El prontuario de «Caballo» parece incrementarse todos los días y algunos ya vaticinan que sus días al frente del sindicato están contados. Desde la oposición le piden que deje su cargo y se dedique a afrontar las causas en su contra. Hasta el momento el «Caballo» sigue atrincherado.