Según un informe que compartió la CTA de los Trabajadores, Nación le hizo llegar a la Ciudad de Buenos Aires una cantidad de dosis proporcional a sus habitantes, por lo que la central obrera le exige al gobierno porteño que se organice para vacunar a docentes y a la población de riesgo cuanto antes.
La central obrera encabezada por Hugo Yasky expuso datos sobre la distribución de vacunas en el país que publicó el senador provincial de Corrientes Martín Barrionuevo. Los mismos desmienten las excusas del ministro de Salud de la Ciudad Fernán Quirós, quien aseguró a los medios que la provisión «viene muy lenta», aunque todavía no terminaron de aplicar las que ya tienen.
«El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires emitió 144 mil turnos de la vacuna Sinopharm desde hoy al domingo para la población de riesgo y el personal docente de todos los niveles.», explicaron desde la CTA.
El gobierno encabezado por Axel Kicillof que resalta la central se sumó junto al resto del país a la vacunación masiva de docentes con las dosis que llegaron desde China. Como el uso del fármaco todavía no está probado en personas mayores de 60 años, Nación sugirió a las provincias empezar a aplicarlas en la población docente antes de que comiencen las clases. El fin era evitar la propagación del virus a través de las escuelas que en Europa generó una segunda ola de contagios y una nueva etapa de aislamiento.
Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta no sólo hizo caso omiso a la recomendación sino que adelantó el inicio del período lectivo al 17 de febrero, exponiendo a estudiantes, docentes, auxiliares y familias a protocolos improvisados, inaplicables, retornos forzados y por supuesto, al contagio de Covid-19.
«El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de recibir el mayor porcentaje de vacunas por población, decidió delegárselas al sector privado y todavía no comenzaron el proceso de vacunación masiva.», señalaron desde la CTA.
La central apunta sobre otro eje sensible del operativo de vacunación en la CABA: las llamadas «vacunas privatizadas». Se trata de dosis que el gobierno porteño otorgó a prepagas y obras sociales amigas para que almacenen, distribuyan y apliquen según su parecer.
Otra de las excusas que ofreció el ministro Quirós fue que la CABA tiene un mayor porcentaje de población envejecida que el resto del país, lo que es real. Sin embargo, abrieron la inscripción para mayores de 80 años y dejaron afuera de la distribución al PAMI. Fue la titular de PAMI, Luana Volnovich, quien se tuvo que acercar a Quirós para poner a disposición la red de vacunatorios con la que cuenta la obra social de jubilados, sin que a la fecha se registren avances sobre la población de mayores de 70, ya no digamos 60, que también es población de riesgo.
«Exigimos la aplicación de las vacunas suministradas por el Gobierno Nacional a la CABA para la población de riesgo y el personal docente.», cerraron desde la CTA.