Ya hay varios líderes sindicales que olfatean un 2015 al rojo vivo. Es que creen que a la pérdida del poder adquisitivo de este año, la distorsión que produce Ganancias en muchas negociaciones y, lo que consideran será un recambio político drástico, dejará lugar para presionar mediaticamente y llevarse alguna tajada. La batalla ya comenzó en las declaraciones y los sindicalistas más críticos comenzaron a pedir «por lo menos un 50%» de incremento salarial.
El puntapié inicial lo dio días el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández quien se alista para comenzar las negociaciones salariales en las próximas horas.
Para apoyar al líder colectivero, uno de sus actuales socios sindicales en el tándem de gremios de transporte, el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, adhirió al pedido de 50%.
«Si hablamos de lo que venimos perdiendo desde el 2013, le agregas lo que perdimos en el 2014, le sumas la inflación y la no modificación del impuesto a las ganancias, creo que 50% es el monto a reclamar», afirmó a la agencia DyN.
«Las paritarias de la UTA que se inician en enero y la de los bancarios que arrancan a fin mes, van ser paritarias testigos para muchos», agregó Maturano. Así, estas primeras conversaciones salariales servirán de referencia para todo el sector del transporte, cuyo plenario se reunirá en febrero a fin de definir cuánto reclamar de manera conjunta.
Carlos Acuña, que encabeza el sindicato de trabajadores de Estaciones de Servicios, confirmó también que su gremio exigirá un 50% de suba en los sueldos. «Ese monto coincide con la realidad que estamos padeciendo económicamente.
«La única verdad es la realidad, mas allá que sabemos que el relato del gobierno es otro, pero la gente conoce la realidad», remarcó el dirigente que responde al gastronómico Luis Barrionuevo.
A su turno el moyanista Julio González Insfrán, del Sindicato de Capitanes Fluviales, dedujo: «si hoy tenemos un 40% de inflación y con las últimas paritarias perdimos un 10 por ciento del poder adquisitivo de los salarios para recuperar algo ese poder, no podemos hablar de menos del 50%».
En este sentido, el sindicalista insistió que el reclamo «es producto de la inflación imparable que cada día va para adelante» y criticó a la Casa Rosada por «tratar de desalentar» los pedidos sindicales. «Lo que están haciendo es una barbaridad, el déficit fiscal es enorme y la inflación aumenta día a día», afirmó.