Hace un par de años se habían empezado a visibilizar las diferencias en los plenarios de la Juventud Sindical Peronista. La asistencia de Maturano y Volcovinsky en unas jornadas organizadas por el PRO que comienzan hoy, derivaron en una fractura. Los representantes de los grandes gremios se niegan a tender puentes con la oposición y le sacaron el apoyo.
Las jornadas Diálogo por la Argentina que comienzan hoy y que motoriza el PRO en Pinamar, distrito que gobierna de la mano del hiperkinético Martín Yeza, derivaron en una crisis y en una posterior fractura de la Juventud Sindical Peronista (JSP) de la CGT.
Para las actividades, que se desarrollarán en el coqueto Cariló, están convocados, además del propio Yeza, empresarios afines al macrismo, los promotores de la Confederación de Trabajadores y Empresarios (CTE) espacio sindical de Patricia Bullrich, periodistas de grandes medios opositores y sindicalistas.
Con la grilla confirmada, y ante la evidencia de que se trataba de una movida política de la oposición, varios dirigentes de juventud de grandes gremios le pidieron a Sebastián Maturano, hasta ayer secretario General de la JSP y a Maia Volcovinsky, representante de los judiciales de Julio Piumato, que bajen su participación. Pero ambos se negaron. De hecho siguen figurando oficialmente en el programa.
La decisión de Sebastián Maturano, hijo de Omar Maturano, apuró un quiebre que venía visibilizándose desde hace un par de años. Se dio en el marco de un plenario que terminó con bochorno.
Según pudo saber InfoGremiales, en las próximas horas saldrá un documento político que llevará firmas pesos pesado como UOM, Sanidad y Telefónicos, entre otros, que sentará postura. Es que el espacio juvenil, a pesar de responder orgánicamente a una CGT que respaldó y militó el Frente de Todos, tomó un perfil abiertamente opositor.
De hecho son varios los que todavía no terminaron de digerir que en las últimas elecciones la JSP le abrió las puertas del Salón Felipe Vallese, auditorio histórico del edificio de la calle Azopardo de la CGT, al Lavagnismo en plena campaña presidencial. Es más Volcovinsky fue candidata porteña de Lavagna y en sus redes se pueden ver una marea de reposteos de Graciela Camaño.
Los que se plantaron apuntan a la experiencia de Pinamar como un tubo de ensayo al que algunos dirigentes envían a sus hijos o sobrinos para testear lo que puede ser una potencial alianza entre los gremios más críticos del kirchnerismo y el PRO. Señalan, entre ellos, al barrionuevismo, a los judiciales de Piumato y a una porción de los gremios del transporte que nunca terminó de comulgar con la figura de CFK.